Capitulo 58 - Cicatriz

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Se podía ver a un corpulento Búfalo tomando en sus brazos a su pequeño recién nacido, este le depositaba a su esposa un beso tierno en sus labios, la madre se notaba agitada pues había tenido un parto agotador. —Me has hecho el animal más feliz en este mundo, en verdad muy feliz— fueron las palabras que le dijo a su hembra mientras le daba al pequeño, —se nos concedió el milagro de al fin tener un hijo, yo también estoy muy feliz. ¿Como deberíamos llamarlo?— preguntó la madre mientras acariciaba al recién nacido, el búfalo sonrió y dijo que se llamaría "Bradley" ya que era un nombre que siempre había tenido en mente. —Bradley, jeje es un lindo nombre, solo espero y tengas tiempo para él.— la búfalo lo miro con algo de molestia más no para incomodar, ambos rieron y aquél enorme búfalo los rodeo entre sus brazos —siempre tendré tiempo para ambos, eso tenlo por seguro—.

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—Mamá mamá, es el día!!! — el pequeño Bradley había entrado a la habitación de sus padres con una pijama roja la cual tenia bordado en su pecho una hermosa avioneta de color azul, el animalito daba brincos sobre la cama aún lado de la búfalo. —Jejeje buenos días cariño— ella lo toma en sus brazos y lo comienza abrazar dándole besos en sus mejillas provocando las pequeñas risitas de su hijo —vaya, hoy mi hijo cumple ocho añitos jejeje ya eres un niño grande— esta se recarga en la cabecera y le acaricia su cabeza.

—y papá vendrá a casa? — pregunto con algo de preocupación.

—Claro que vendrá, tu padre siempre estará para ti. Y yo también, bien vamos a salir ya de la cama para preparar todo para tu fiesta de cumpleaños.

—Si!!!— Al salir de la cama la señora Elena metió a su hijo en la tina de baño, en lo que el pequeño se daba una ducha ella bajo a la cocina para comenzar a preparar todo para la tarde. Siendo ya las doce del medio día pocos de los amigos de Bradley ya estaban en el patio trasero jugando con los juguetes del niño, después de un buen rato se pudo ver al jefe del ZPD llegar a casa con un pastel en pata caminando hacia los infantes con una tierna sonrisa.

Allí estaban todos los invitados al rededor del pequeño Bradley listos para aplaudir al momento en que este pidiera su deseo, de pronto el viento cambio drásticamente y el cielo se oscureció provocando el espanto de todos los allí presentes.

—Vamos no se alarmen, es solo el clima— respondió el búfalo para así intentar controlar la situación, no hubo respuesta a su comentario solo un incomodo silencio. Instante en que el animal fija su mirada hacia la mesa se da cuenta que todo había cambiado, se encontraba frente a varios monitores en los cuales se podía ver todas las etapas de su hijo.

—Que rayos es todo esto?— antes de que pudiera dar un solo paso este fue detenido por la culpa de un grillete que había aparecido de la nada, —maldita sea, esto debe de ser una broma — dijo mientras daba varios forcejeos a la cadena.

—Lo prometiste.

—Que?...

De las sombras salia un pequeño búfalo con quemaduras de tercer grado, este se coloco frente a su padre mientras que lágrimas comenzaron a salir del jefe del ZPD. —No entiendo porque lloras, si fuiste tu quien provocó esto—  no podía articular palabra alguna pues la culpa lo comenzaba a devorar poco a poco, —prometiste que siempre estarías cuidandome, pero no es cierto, te importa más el trabajo que tu familia.

—No.

—...

—No es verdad— levanta su mirada, —siempre me preocupe por su bienestar, tanto tu como tu madre ambos estaban en mi mente— al instante el fuego consumió al pequeño por completo dejando un puñado de cenizas en el suelo, de nuevo las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos —Te amo—.

Siempre a Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora