Sentada, dentro de la vacía bañera, me doy cuenta.
Cuando mi cerveza esta apunto de terminar.
Y los primeros rayos de sol se hacen presentes.
Él no me quiere, ni me ama.
Sólo necesita no estar sólo.
Necesita ver miserable a los demás.
Sólo para no sentir su soledad.
Ama ver al resto caer en su juego.
Y yo amaría que todo esto fuera cierto.