Capítulo 5. Reencuentro

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Al escuchar la presentación del hombre, Meliodas no tuvo más dudas de que se trataba nada más y nada menos que de King. Su aspecto era tan diferente que por un momento no podía creer que fuera la misma persona. Mientras tanto Diane y Ban permanecían con una cara confusa. Hubo un pequeño momento de silencio incomodo hasta que Ban soltó una pequeña carcajada que trato de ocultar llevándose una mano a la cara.

 Hubo un pequeño momento de silencio incomodo hasta que Ban soltó una pequeña carcajada que trato de ocultar llevándose una mano a la cara

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-¡Ban!- dijo Diane molesta haciendo que Ban se contuviera. -Mucho gusto King.- dijo con una sonrisa -Mi nombre es Diane y soy el pecado de la envidia. 

King quedó congelado cuando Diane se dirigió a él, el corazón le latía tan rápido que parecía que en cualquier momento le daría un ataque, no podía creer que de verdad fuera ella y menos que la tuviera justo enfrente de él después 200 años. Había crecido tanto durante todo el tiempo que dejo de verla, pero King la recordaba perfectamente, sus ojos morados y risueños, su cabello castaño recogido en dos coletas, e incluso seguía usando la ropa que él mismo le había enseñado a hacer. Los recuerdos brotaron en la mente de King, sentía tanta nostalgia y al mismo tiempo alegría que no pudo evitar soltar una lagrima mientras agachaba la mirada.

-¿Pasa algo?- pregunto Diane al ver la reacción de King.

-No es nada, solo... me alegra conocerlos- contestó con una sonrisa después de limpiarse la cara con su manga.

-Así que el pecado de la pereza eeh... ya veo que la actividad física no es lo tuyo- dijo Ban en tono de burla.

-Basta Ban- replico Diane.

-Mi nombre es Ban, el pecado de la avaricia, creo que nos llevaremos bien, gordito.- dijo Ban acercándose a King y rodeándolo con un brazo.

-Claro...- contestó King, aunque en realidad su primera impresión de él no le agradaba del todo, el olor a alcohol que emanaba Ban parecía disgustarle.

-¡Bien! Ahora que todos nos conocemos, ¡hay que preparar la celebración de esta noche!- dijo Meliodas entusiasmado.

-¡Bien! Ahora que todos nos conocemos, ¡hay que preparar la celebración de esta noche!- dijo Meliodas entusiasmado

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-¡Al fin! Lo que estaba esperando.- Dijo Ban dándole una palmada en la espalda a King, por lo que este puso una cara molesta. -Vamos capi, preparemos una a lo grande.- añadió mientras caminaba hacía Meliodas.

-¡Los esperamos en la noche en el bar!- gritó Meliodas hacia King y Diane mientras se alejaba junto con Ban.

-No tomes enserio a Ban.- dijo Diane preocupada por los comentarios que le había hecho a King. -Le gusta molestar a la gente, pero muy en el fondo creo que es un buen amigo.

-Diane...- dijo King en voz baja y sonrió al pensar que Diane seguía siendo tan amable como siempre. -Espero seamos buenos amigos King.- Dijo Diane sonriendo. -¡Nos vemos esta noche!- añadió mientras se iba del lugar.

King la miró alejarse hasta que ya no pudo verla, entonces volvió a su habitación. Una vez dentro de su cuarto, cerró la puerta con llave y quitó la transformación. Se acostó en la cama viendo hacia el techo y colocó un brazo sobre su frente.

-Diane...- dijo para si mismo susurrando y con una pequeña sonrisa en su rostro. -de verdad me alegra que estés bien. Esta vez, me aseguraré de que seas feliz.

King se acomodo de lado con un brazo bajo la almohada y se dispuso a dormir hasta la hora de la celebración mientras pensaba en su amada, en lo feliz que se encontraba en ese momento después de su reencuentro y en el tiempo que pasaría a su lado ahora como miembros de los siete pecados capitales.

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