Excursión

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Unas dos semanas luego de que sucediera la locura en la escuela, se había tomado la decisión de que ya la escuela podría volver a tomar su rumbo normal y dar clases como lo habían estado haciendo desde... Eh, siempre. Consiguieron otros dos profesores de deporte que bueno, no eran criminales internacionales perseguidos por los entes de seguridad federales. Así que no tendríamos que preocuparnos más de ello.

De nuestra parte, las cosas estuvieron un poco raras en el grupo, ya que no íbamos a clases y tuvimos unos cuántos problemas con nuestros padres por lo sucedido. Se imaginarán el drama que se formó cuando volvimos a casa ese día. La mamá de Paola la castigó, ni hablar de mi madre e incluso los de John que al enterarse de su herida vinieron hasta acá por la preocupación. Todos nuestros padres se reunieron para hablar con nosotros y... No diré que nos sermonearon porque en todo tenían razón, en realidad los que ocasionamos todo el despelote y los riesgos fuimos nosotros. Pero creo que todo sería un juego, algo que en la escuela nos sancionarían con actas de vida o una suspensión, qué se yo. No pensamos que nuestras vidas estarían en juego.

La cortada del brazo de John no había sido tan grave cómo pensamos. Creo que aún no estoy listo para entender que por la más mínima cortada o raspadura, será abultada la cantidad de sangra que saldrá. Él sólo requirió dos puntos en su brazo, y ha estado bien todos estos días encerrado en su habitación. A veces Hazel venía acá y hablábamos estupideces. En fin, estas últimas dos semanas no fueron las mejores. Pero hoy era tiempo de volver a la escuela. Luego de vestirme, bajé a la cocina a desayunar.

— Buenos días. —dije mientras me sentaba en la mesa, al lado de Vik.
— Hola, torpe. —respondió ella.

Mi madre sirvió mi comida y me preguntó que cómo estaba. Cosas de rutina, igual que Georv.

— Thin, ¿no has hablado con papá? —preguntó él.

Esa pregunta me pareció algo rara, ya que ellos suelen tener más comunicación que yo con él. Viksy se quedó esperando mi respuesta, igual que mi mamá.

— No. Tengo rato sin saber de él, ¿por qué?

Ellos me pidieron que no le diera importancia. A pesar de que es raro, no quiero forzar una conversación incomoda ahora mismo. Mi mamá se sentó y John llegó justo después de eso para que todos desayunáramos. Pregunté por su brazo y dijo que estaba mucho mejor que hace una semana, así que bueno, creo que ya está listo para otra pelea que no incluya el riesgo de morir.

Terminamos de desayunar, y mientras subía las escaleras y miraba mi teléfono, Leik me había enviado. Decía que su papá le daría su camioneta por hoy ya que iría a hacerle unas cosas a su auto, así que todos podíamos irnos con él hoy, si no quería conducir. Eso me pareció genial. Me dijo que se encargaría de llamar a los demás, así que sólo subí a buscar mi mochila y bajé. John y yo íbamos conversando respecto a un partido de fútbol que se llevaría a cabo más tarde, y antes de que me despidiera de mi mamá, ella me pidió que conversara con ella a solas un momento.

— Te espero allá, ¿va? ­—dijo John refiriéndose a la casa de Leik.

Yo asentí, y fui a la sala con mi mamá.

— ¿Pasó algo, ma? —pregunté sentándome en el mueble, frente a ella.

Ella suspiró un poco y comenzó a hablarme. Se refirió a la pregunta de Georv hace un rato, cuando estábamos desayunando.

— Te pedí que no le dieras importancia porque no quería afectarlo más, pero algo pasó. Necesito que tú hables con tu padre ó con Georv. —dijo ella.
— ¿Por qué? ¿Qué pasó? —pregunté confuso.

Ella tomó aire una vez más y comenzó a explicarme.

— Me llamaron de la escuela por parte de tus hermanos, ambos. Parece que a Georv lo molestan sus compañeros y Viksy trata de defenderlo, pero sabes que él es más sensible por sus problemas del habla, y ha estado muy afectado por eso en sus calificaciones e incluso en sus actitudes y su humor en clases, y acá en casa, como habrás notado. —sí lo he notado. Casi no convivimos porque él se la mantiene en su computadora, pero cuando lo hacemos, suele ser bien. Últimamente ha estado muy pesado. — Y... Supondré que aún en su inocencia, quiso conversarle a tu papá respecto a lo que le estaba pasando, en espera de consejos o apoyo y se topó con que él lo haría sentir peor. Lo tildó de bobo y cobarde por no hacerle frente a las burlas, además de que lo culpó de aún no haber mejorado al hablar.

Las Crónicas de Thin MillähWhere stories live. Discover now