Invitación del rey, reaparece Pruslas, nace el bebe

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Después de un mes aproximadamente la tía Frances preparo un matrimonio pequeño, solo familia, dirían que se había celebrado hace mucho y que cumplíamos un año de casados, pagarían por cambiar la fecha del matrimonio, mi abuela estaba en desacuerdo pero era mejor así, la ceremonia consistió en un simple si acepto, ni vestido de novia, ni las fiestas que siempre hace la nobleza.

Acabo de despertar, después del matrimonio, si así se le puede llamar, mi vida había sido horrible, Vomitaba cada vez que veía, olía algo que no era costumbre, he tenido un genio de los mil demonios, solo Tanaka es capaz de aguantarlos, ni siquiera Sebastián, Sebastían el hombre y el demonio al cual me entregue totalmente en cuerpo, Alma y corazón pero ahora ya no me miraba, no me tocaba, con suerte lo veía a mi lado cuando nos recortábamos por la noches, si es que no sale

-Ciel, que haces recostada a esta hora?

-no quiero salir-dije aun con los ojos cerrados… un segundo…. Esa voz- LILITH?

-Hola, Tanaka me dejo pasar

-¿Qué haces aquí?

-vine a ver al pequeño-dijo acercándose, mientras yo me sentaba en la cama- aun ni siquiera se te nota…

-has visto a Sebastián?

-anoche estaba con Lucifer… ¿Qué ocurre?

-no lo se Lilith, es completamente diferente

-no debes preocuparte por eso, el único que saldrá perjudicado será el pequeño demonio

-una vez estuviste esperando un hijo de el, dime que paso

-pues nada importante, solo logre encamarme con el quede embarazada… a el no le gustaban los niños y menos uno propio así que en cuanto nació lo mato de la misma forma en que mataron al hijo de Isabel, pero nadie devoro sus restos, el lo quemo aun agonizante

-¿Cómo saber que no hara lo mismo?

-por que el no me amaba, a ti si

-entonces que le pasa?

-no lo se

-cuanto tiempo tendré al pequeño dentro de mi?

-depende

-lo mismo me dijiste la vez anterior

-si quieres que salga ahora lo hará pero el sabe cuando debe salir

-ahora?

-si, esa facultad tienen los demonios… es mejor que me valla- dijo mirando a la puerta- siento decirlo pero ten cuidado de Sebastián- dijo desapareciendo por la ventana, milagrosamente sin quebrarla, y enseguida la puerta de mi habitación se abrió dejando entrar al susodicho

-¿Qué hacia Lilith aquí?- pregunto fríamente

-solo me vino a ver- le dije

-Estas segura?

-que diablos te ocurre!- le grite explotando

-no grites – dijo masajeándose la sien

-entonces dime, dime que te pasa conmigo?- el solo suspiro y se dirigió a la salida, pero antes de que alcanzara lo tome del brazo volteando lo, ya basta de huir cada vez que te pregunto algo, respóndeme, es una orden

-deje de ser tu mayordomo hace mucho

-no me digas- dije sarcástica- esta es una prueba de que aun tienes un contrato conmigo- dije mostrándole el sello del contrato

-el problema es eso- dijo señalando mi vientre

-que problema hay con eso

-realmente quieres tenerlo?

Por Ti... Solo Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora