Capítulo 5: Civil wars.

479 51 19
                                    

—Bienvenidos a IcecreamLand, ¿de qué sabor les puedo ofrecer sus helados? —dijo sonrientemente la chica del mostrador, mirando fijamente a Luke. Él no parecía notar la manera en la que ella lo miraba, llena de deseo y atracción. Sólo se limitó a sonreírle y ella pareció desilusionada.

—Chocolate. —dije rapidamente y Luke volteó a verme.

—Que sean dos, por favor.

La atendedora escribió en la computadora algunas cosas y después salió un ticket de pago, se fue por los helados y nos extendió el cono, le dio el ticket a mi acompañante no sin antes haber escrito algo en él. Sacó su cartera y pagó.

—Te pagaré el helado mañana, ahora no tengo dinero, perdón. —comenté mientras caminábamos hacia alguna mesa vacía del local.

—No te preocupes por eso, yo invito. —me sorprendí al escucharlo, pensé que exigiría su dinero puesto que no nos llevábamos bien y él no tenía ninguna obligación de pagar mis caprichos, estaba a punto de insistir en que le devolvería el dinero pero no quería parecer un dolor de cabeza así que solo asentí con la cabeza teniendo en cuenta que independientemente de lo que él o yo dijeramos hoy, mañana le daría el dinero sin falta.

—¿Qué escribió ella en el ticket? —saqué un nuevo tema de conversación puesto que el incómodo silencio que se había formado me molestaba un poco. Él se encogió de hombros y miró el papel.

—Es un número teléfonico acompañado de un "llámame" y un corazón. —me eché a reír y él sonrió. —¿Qué es lo gracioso?

—Bueno, al parecer eres bueno en esto. 

—¿En qué cosa?

—En conquistar a las chicas; ella te dio su número y tú ni siquiera le coqueteaste, y en la escuela todas las chicas te miran e intentan acercarte a ti, incluso aquí hay varias personas mirándote. Incluidos chicos. —reí al mirar disimuladamente al chico sentado detrás de Luke que no le quitaba el ojo de encima.

—Pero no es mi intención, no busco novia o nada de eso. No es lo mío, nunca lo ha sido, de hecho. —me sorprendí al escuchar aquellas palabras, pensé que era el idiota de líos de una noche.

—En la escuela dijiste que podrías tener a cualquier chica que desearas. —argumenté y él me miró bastante serio.

—Sí, pero eso no significa que deba tener una novia o estar involucrado en líos de una noche. Sólo puedo estar con cualquiera que quiera, pero no quiero estar con nadie, entiendes ¿no? 

—Eso creo. ¿Sabes? a veces me asusta que digas cosas que yo pienso. —frunció el ceño insitándome a seguir hablando. —Por ejemplo hace unos segundos en mi mente pensé que tú eras de las personas que tienen líos de una noche, pero no lo dije. Y después tú dices que no eres de las personas a las que les gustan los líos de una noche, extraño.

—Coincidencias.

—No es la primera vez que sucede.

—¿Qué puedo decir? tal vez nuestra manera de pensar no es tan distinta después de todo. —empezó a comer su helado y yo hice lo mismo que él al notar que el chocolate comenzaba a escurrir poco a poco.

Saqué mi celular y conecté mis audífonos, busqué una canción que poner, Civil War fue la que más llamó mi atención en ese momento. 

—Luke, ¿quieres escuchar música conmigo? —pregunté puesto que no quería ser grosera. 

—Claro. —sonrió y movió su silla hasta llegar al lado mío. Le extendí el audífono de la oreja izquierda y se lo puso, yo hice lo mismo con el de la oreja derecha. Le di clic al botón de inicio y la canción comenzó a sonar. Envolviendo nuestros tímpanos con aquellos melodiosos sílvidos con los que comienza. 

"Mira a tus jóvenes luchando, mira a tus mujeres llorando, mira a tus jóvenes muriendo de la manera en que siempre lo han hecho antes, mira el odio que engendramos, mira el miedo que alimentamos, mira las vidas que conducimos de la forma en que siempre lo hicimos antes. Mis manos están atadas, los billiones cambian de lado a lado y las guerras prosiguen con orgullosos cerebros lavados sin amor a Dios ni derechos humanos, dejamos de lado todas estas cosas por manos sangrientas que el tiempo no puede negar y son lavadas por tus genocidas y la historia esconde las mentiras de nuestras guerras civiles." 

Me encontraba en llanto, las lágrimas bajaban rápida y silenciosamente de mis mejillas. 

—Todo está bien, estoy aquí. —escuché a Luke decir, lo miré y tenía los ojos aguados y una sonrisa cálida en su rostro. "Esa sonrisa podía terminar guerras y curar cáncer." las palabras de John Green vinieron a mi mente al verlo sonreír de esa manera tan pura. 

—Nada está bien, allá afuera las guerras siguen sucediendo y los países siguen planeando hacer nuevas guerras, con la intención de ganar poder y territorio, y dinero. Todo el mundo gira al rededor del dinero. Y lo peor de todo es que dicen que Dios hace todas las decisiones pero no veo que decida poner un fin a esto. —frunció el ceño pero inmediatamente la sonrisa volvió a su cara.

—Dios tiene un plan para todos. Tal vez haya muchos inocentes muriendo ahora, pero no significa que Dios sea malo o que haya cometido un error, significa que Él quería que estuvieran en un lugar mucho mejor, que Él consideraba que merecían una vida mejor. Porque allá arriba todo es bueno, no existe la codicia ni el mal, la gente es bondadosa y sus corazones son inocentes. Tal vez todos los inocentes que han muerto, dejaron el mundo porque sus corazones eran demasiado puros para esta realidad, por eso Dios decidió que pertenecían al cielo. No hay errores en sus creaciones, pero a veces no podemos comprender con exactitud el por qué toma ciertas decisiones, pero confía en mí cuando te digo que todo tiene una razón, y que Dios nunca nos ha abandonado. 

Sonreí al escuchar aquellas palabras y más lágrimas bajaron por mis mejillas. Lo abracé lo más fuerte que mis brazos me permitieron. Él besó mi mejilla. 

—¿Acaso eres religioso o algo así? —pregunté sin ninguna intención de ofender, me sentía tan indefensa e insulsa estando al lado de alguien como él.

—¡Por supuesto que sí! ¿acaso tú no? —sonreí avergonzada mientras negaba con la cabeza lentamente. Su expresión se transformó inmediatamente, sus ojos reflejaban duda pero aún así habló. —¿Por qué no?

—Mis padres jamás fueron creyentes, y me críaron como ellos. 

—Si no creen en Dios, ¿en qué creen? quiero decir, yo me levanto todos los días con una actitud positiva porque sé que Él tiene un plan nuevo para mí cada día y que en todo momento está tomando de mi mano para llevarme al camino correcto, eso me da esperanza para vivir un día más... y me gustaría saber, ¿qué les da esperanza a ellos?

Me quedé helada y sin palabras. 

—Creo que ellos perdieron la esperanza hace tiempo.

—Entonces rezaré por ellos hoy. —sonrió de una manera radiante y no pude evitar sonreír junto a él. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 26, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Fallen //Luke HemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora