Para mi mala suerte, te he pensado durante 942 días desde la última vez que te vi.
Siempre pensaba en cómo sería volverte a ver; estaba segura que Nervios no me haría compañía.¿Cómo alguien que te gustó demasiado pero dejaste de ver por casi tres años podría producir una respuesta involuntaria en ti? Es imposible, y de ocurrir sería absurdo.
Tenía tantos deseos de volver a verte que cuando ocurrió no supe cómo reaccionar.
Al ver tu sonrisa, mi mundo se derrumbaba lentamente.Y me sentí feliz...
Aunque también triste.