Para las mujeres, depilarnos es como un ritual sagrado. Para algunas más que otras, claro, y yo aquí vengo a reconocer lo mucho que odio depilarme. Creo que no hay nada peor en la vida que someterse a esta tortura, pero pucha que es necesario.
En invierno, el sufrimiento es aún mayor. Porque ya, es cierto que en el día a día no mostramos las piernas ni por casualidad, pero igual una siente que es una falta de respeto andar peluda por la vida, aunque tengamos mil capas de ropa encima. Por otro lado, si pololeamos/estamos casadas/tenemos un lolo al acecho, ya se vuelve una especie de falta de respeto para con ese chiquillo. Y ahí sí que estamos mal.
Yo juro que en invierno trato de depilarme seguido, lo juro, PERO CUESTA. De partida, yo me depilo con maquina, no cera (por una cosa de costumbre), entonces todo depende de mi voluntad y tolerancia al dolor. Es compleja esta cosa, y no queda otra que hacerlo parte de nuestras rutinas no más, porque con cada día que pasa, es un hecho que más dolerá después.
¿Ustedes cada cuánto se depilan en invierno? ¿Tienen algún consejo para incentivar a una anti depilación por excelencia?
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Solo Chicas
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