Lamento

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Después de que lo golpeara por primera vez, Sebastián pidió disculpas y terminó convenciéndolo para que dejara su trabajo, cuando Raven se entero fue a buscarlo y volvieron a discutir.

"Si no puedes entender lo que hago, vete Raven. Pero déjame en paz". Exclamó.

Su hermana lo miro llena de dolor y sin decir nada se marchó de esa casa, lo último que supo de ella es que se había ido a Europa a hacer su maestría. Por petición de Sebastián se había alejado de todos, ahora pasaba en casa la mayor parte del tiempo y no podía salir sin antes comunicarle a su esposo donde iba, si su intención era encontrase con alguien más debía hacerlo en un horario que su esposo también pudiera asistir.

Siempre estaban junto cuando él tenía alguna actividad, esto terminó alejando a las pocas personas con las que hablaba. Incluso Sebastián había llegado al punto de controlar sus cuentas bancarias, para saber en que se gastaba su dinero. Si algo no le parecía terminaba muy mal para él.

Pronto él miedo se apodero de él y dejó de hacer las cosas porque les complacía, la única idea que rondaba su cabeza la mayor parte del tiempo era complacer a Sebastián para evitar que se enojara, solo debía hacerlo feliz y así las cosas estarían bien.

A pesar de sus esfuerzos esa técnica no siempre funcionaba.

***

Charles puso las manos en el borde del lavadero y se dedico a ver como el agua rojiza era absorbida. Las lagrimas mojaban su rostro, esa noche había sido otra tortura, se aparto del lavadero y se sentó en el baño, llorando en silencio. Sebastián odiaba sus "dramas baratos", como él solía llamarlos, por ahora solo quería un poco de paz.

Llevaba meses siendo maltratado por Sebastián y sentía tanta vergüenza de si mismo para hacer algo, él era culpable de todo eso, fue su culpa que la relación se arruinara de esa manera, pero no creía que debiera soportar todo ese dolor por el que atravesaba. En noches así era cuando recordaba las peleas que había visto en su padre y se decía que debía aguantar, que las cosas cambiarían, solo tenia que ser fuerte y resistir.

Después de todo Sebastián aún lo amaba, solo estaban pasando por un mal momento. 

EL MAL QUERERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora