Clausura

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Cuando cumplieron su segundo aniversario, Charles llego a la conclusión de que tal vez necesitaba ayuda externa, a lo mejor hablar con un experto en el tema ayudaría, quería solucionar las cosas con su esposo volver a lo que eran al principio. Solo debía hablar con alguien que lo guiaría, que le diera las estrategias para que pueda conseguirlo.

Así que, con esa idea en mente, durante un mes saco pequeñas cantidades de dinero que no despertaran la atención de su esposo y agendo una cita para una terapeuta de parejas, Sebastián había mencionado algo de una reunión de negocios importante por la cual debía ausentarse dos días, aprovecharía ese tiempo para hablar con la mujer y luego intentaría recuperar la relación con Sebastián.

Porque quizás el problema realmente era él.

La primera cita con la terapeuta no ayudo mucho, le explicó porque estaba ahí omitiendo ciertos detalles que le daban vergüenza, la mujer lo había mirado de forma suspicaz y le hizo ciertas preguntas. Al segundo día volvió a ir,  agendo tres horas de citas, porque sentía que podía llegar a algo, pero tuvo que sacar dinero de la cuenta, sabía que esto llamaría la atención de su esposo, pero si hablar con esa mujer ayudaba, podría explicárselo a Sebastián cuando regresara y trabajarían en su relación.

En la segunda cita, comento las cosas que se negó a decir en la primera, pero estaba desesperado "Solo quiero que la cosas vuelvan a ser como antes" la mujer lo había mirado con aprehensión. Lo lamentable de esas situaciones era que ella no podía decir que estaba en una relación de maltrato, las citas debían seguir hasta que el paciente se diera cuenta de su propia situación, ella podía guiarlo darle todo para que entendiera, pero no podía entregarle la conclusión.

Eso provocaba resistencia en los pacientes y una negación que en ocasiones lo aislaba aún más "Debemos seguir con las citas, antes de que traigas a tu esposo, debo hablar más contigo". Charles sonrió con amargura.

"No puedo, estoy aquí porque necesito su ayuda, usted se especializa en esto, dígame que debo hacer, como hago que las cosas mejores, que debo cambiar en mi para que este bien, para poder hacerlo feliz".

La mujer se puso de pie y busco un libro en su librero, se lo entrego a Charles "Espero verlo aquí nuevamente, por ahora solo puedo decirte que leas esto y si te siente identificado y no puedes volver a venir a verme, busca en internet. Al final de libro ahí sitios que te pueden ayudar"

"No entiendo" admitió Charles.

"Tómalo y léelo"

***

Cuando llego a casa, escondió el libro en un lugar lejos del alcance de Sebastián, la idea de que no podía confiar en su esposo lo hizo sentir desolado pero el instinto lo impulso a esconder el libro. Cuando Sebastián llegó estaba claramente enojado. Le pidió una explicación y decidió ser sincero.

Esa noche la golpiza fue una de las peores que pudiese recordar.

Sebastián tomó la decisión de pagar un guardaespaldas que lo vigile porque obviamente ya no podía confiar en él.

EL MAL QUERERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora