Ella

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El universo es suyo, suyo

y de la suavidad de su piel,

que se eriza lentamente

con el roce de mi boca.

Acaricio su espalda desnuda

y en la punta de mis dedos

siento como se estremece su cuerpo,

un cuerpo que habla

aunque no diga nada.

Con mis manos y mi lengua

la recorro entera,

sin abrir los ojos,

quiero que el recuerdo de

su silueta se grabe en 

lo más profundo de mi alma.

La respiración entrecortada y

el corazón latiendo deprisa

agudizan por completo mis sentidos,

pues se acerca el momento

en el que el universo entero

se detiene solo para escuchar

el gemido que sale de

sus labios entreabiertos.

SiluetasWhere stories live. Discover now