Fated To Love You | Michaeng [G!P]

"Adiós Papá"

-¡Ya cumplí como padre! ¡Lárgate de una vez de mi casa! - gritó Myoui Akira, padre de Mina.

-¡¿Por qué sigues odiándome tanto?! ¡Sabes muy bien que yo no quería que mamá muera! - le respondió Mina mientras subía a su habitación.

Mina tiró la puerta de su cuarto y se echó en su cama a llorar, las lágrimas bajaban rápidamente por sus mejillas mientras maldecía el hecho de haber nacido. La pobre japonesa no puede entender por qué su padre aún le guarda tanto rencor y eso hace que cada día se sienta más y más culpable.

-Es momento de irme de acá - pensó.

Mina abrió su armario y de este sacó una mochila, la dejó encima de su cama y con lagrimas aún cayendo por sus mejillas empezó a guardar toda sus pertenencias. Cuando vació todo su armario abrió un pequeño compartimiento dentro de este y sacó una pequeña cajita, donde guardaba todo el dinero que había ahorrado durante toda su vida. No era mucho pero era lo suficiente para empezar una nueva vida en otro lugar.

-Por favor, ayúdame mamá - dijo Mina mientras veía la foto de su madre y se secaba las lágrimas.

Mina planeaba abandonar su casa en la noche, cuando su padre duerma para poder evitar sus insultos. Aún faltaban muchas horas para que anochezca, se volvió a recostar en su cama y abrazó la foto de su madre mientras lentamente se quedaba dormida.

Las horas pasaron y Mina se despertó por una pesadilla que tuvo. Miró la hora en su celular y eran exactamente la una de la mañana. Agarró su mochila y se aseguró de no olvidarse nada, guardó la foto de su madre y abrió la puerta de su cuarto y salió lentamente, cerró la puerta y bajó por las escaleras. Salió de su ahora antigua casa y se dirigió a la estación de trenes. Mina vivía en Busan, ella nació en Japón, pero por cuestiones de trabajo su padre se la llevó cuando ella era aún muy pequeña.

Una vez dentro de la estación de trenes, fue a una maquina donde compró su boleto. Su tren aún salía en unas tres horas aproximadamente, para distraerse empezó a pasear por toda la estación, caminaba extremo a extremo mientras escuchaba música en su celular. Las horas pasaron y por fin llegó el momento de abordar.

Mina entró y se recostó en su asiento, según lo que había visto en el panel antes de subir al tren, este llegaría a Seúl a las siete y media de la mañana. Cerró sus ojos para poder descansar ya que una vez en la capital tendría que buscar una buena universidad en la cual estudiar y un trabajo para poder mantenerse, pero penosamente no podía dormir debido a la emoción que sentía, durante todo el viaje Mina intentaba ver el paisaje por su ventana pero al ser de madrugada no había mucho que ver. Poco a poco los minutos fueron pasando y el cielo se iba aclarando, hasta que por fin llegó la hora de bajar del tren.

La japonesa empezó a caminar por toda la estación la cual estaba abarrotada de gente. Salió de esta y tomó una gran bocanada de aire, como no había cenado tenía mucha hambre así que decidió buscar un lugar donde poder desayunar. Luego de unos minutos caminando entró a una cafetería donde lo atendió un risueño joven.

-¿Que desea la bella dama? - preguntó el joven.

Mina se sonrojó un poco, era la primera vez que la halagaban. 

-Uhmm, un capuccino con un trozo de pastel de chocolate - respondió mientras examinaba toda la carta.

-Con gusto, en un momento se lo traigo.

Mina vio su celular y se percató que tenía poca batería, sacó el cargador de su mochila y lo conectó a un enchufe que estaba cerca de su mesa. Un par de minutos después se acercó el joven con su orden.

-Aquí tiene señorita.

-Muchas gracias.

El joven volteó para dirigirse hacia el mostrador cuando Mina lo llamó.