Fated To Love You | Michaeng [G!P]

¡¿Novia?!

Rayos de sol entraron por la nueva habitación de Mina, se sentó en su cama mientras se estiraba y restregaba los ojos. Tomó su celular para percatarse que eran las siete de la mañana, se recostó por unos cinco minutos más para juntar las fuerzas necesarias para salir de la cama. Cuando por fin se animó a levantarse, fue al baño para asearse y ponerse su uniforme, aún faltaban treinta minutos para que la cafetería abra, así que Mina decidió bajar para ponerla en orden.

Una vez ya en el primer piso la japonesa empezó a ordenar las mesa, las sillas y a barrer el poco polvo que había. Al terminar se dirigió a la cocina para prepararse algo de desayunar cuando escuchó el sonido de un auto frenando frente a la cafetería. Terminó de preparar su café y salió para ver quien era. 

Ella vio como Jimin terminaba de estacionar su camioneta y salía de esta.

-¡Buenos días Jimin!

-Buenos días Mina - la saludó mientras bostezaba.

-¿Sueño?

-Mucho.

-¿Dormiste poco?

-Se podría decir que sí, ¿Que tal dormiste tú?

-Muy bien, y todo gracias a ti.

Jimin solo le sonrió mientras se sentaba en la barra e intentaba no quedarse dormido.

-¿Jimin? - preguntó Mina al verlo batallar consigo mismo para que el sueño no lo venza. 

-¡Jimin!

-¡Presente! - exclamó el coreano dando un pequeño salto.

Mina cogió una taza y fue a la cafetera para ver si así podría hacer que se le pase el sueño.

-Gracias Mina.

-Deberías apurarte se supone que ya deberíamos haber abierto.

-Como ordene, jefa - respondió Jimin juzgándola mientras terminaba su café.

Empezaron un juego intenso de miradas, sin pestañear, hasta que un cliente entró por la puerta.

-Disculpa, ¿está abierto?

-¡Si! Adelante - dijo Mina tomando una carta para llevarle a la chica que acababa de entrar.

Al momento de regresar a la barrar Jimin se estaba riendo de ella.

-¿Que te da tanta risa? - preguntó Mina.

-Te gané en el juego de miradas - respondió feliz.

-¡Eres un niño! - exclamó apretándole las mejillas.

-Soy mayor que tú - se quejó Jimin sacándole la lengua

El coreano terminó de tomar su café y se dirigió al baño de empleados para lavarse la cara y ponerse su uniforme.

La mañana trascurrió de manera normal al igual que la tarde, Mina y Jimin atendían a los clientes que ingresaban y cada cierto momento conversaban cuando tenían un tiempo libre. Aproximadamente a las ocho de la noche un grupo de lo que parecían ser amigas entraron a la cafetería. Jimin estaba ocupado atendiendo a otras mesas así que Mina fue a llevarles la carta.

-Buenas noches - saludó Mina esbozando una gran sonrisa.

Ninguna de las tres chicas le contestó el saludo. Una de ella se le hacía particularmente conocida, cabello corto y estatura baja, mientras que las dos restantes tenían la típica cara de, como decirlo sutilmente... zorras.

Mina se quedó parada a un lado de la mesa esperando que le digan que es lo que iban a ordenar, pero ninguna parecía interesada en ordenar algo. La japonesa intentaba no escuchar la conversación que sostenía el grupo de amigas, no obstante el estar tan cerca de ellas hacia que el oír sea inevitable.

-Sabes que soy mucho mejor que esta - afirmó una de las dos chicas con cara de perra.

-"Esta" Tiene nombre, estúpida - le contestó.

La chica de cabello corto empezó a frotarse la sienes con sus manos al escucharlas pelear.

-Disculpen - interrumpió Mina un poco temerosa - ¿V-van a ordenar algo?

Una de ellas la miró con asco y le dijo.

-Tráenos cualquier cosa que preparen acá, nos da exactamente igual - respondió tirando la carta al suelo.

Mina se arrodilló para recogerla, y tomó las otras dos que estaban en la mesa, hizo una reverencia y se dirigió a la barra.

-¿Todo bien? - preguntó Jimin al verla un poco incomoda.

-Que se le sirve a un grupo de chicas que te denigran y que te pide "cualquier cosa" - contestó Mina un poco molesta y triste.

Jimin suspiró y le desordenó el cabello a Mina.

-No te precupes, yo me encargaré de atenderlas - dijo sonriendo.

Jimin tomó las tres cartas y se dirigió a la mesa donde estaban sentadas las tres chicas

Con una sonrisa que mataría de un infarto a cualquier mujer y hombre, Jimin conquistó el corazón de las dos chicas. Luego de unos segundos volvió a la barra.

-Hay clientes que requieren un trato un poco "especial" - dijo guiñando el ojo.

-Solo les coqueteaste.

-Pues la carita de modelo que me manejo debe servir para algo, ¿No?

Mina se rió por el comentario de Jimin.

-¿Que fue lo que ordenaron? - preguntó.

-Las dos de allá quieren unos brownies con helado, mientras que la pelicorto pidió un café tan negro como su alma.

-Vaya... que específica.

Jimin soltó una ligera risa y se fue a la cocina para preparar lo que le habían pedido.

Al ver que ninguno de los comensales requería sus servicios, Mina decidió limpiar un poco la barra para matar el tiempo. Luego de dos minutos salió Jimin con el pedido de las chicas. Antes de que pueda llevárselo, una pareja lo llamó.

-Mina, llévale este pedido a las chicas, por favor.

La japonesa aceptó, ¿Que era lo peor que podría pasar?

Caminó hasta su mesa y les sirvió.

-¿Que haces acá? - preguntó una de ellas.

-¿Donde está el chico guapo que nos atendió? - preguntó la otra.

-Está un poco ocupado, por eso me pidió que les traiga su pedido.

-Gracias - contestó la pelicorto sin despegar la vista de su celular.

-Si se les ofrece algo, no duden en llamarme - dijo Mina mientras se disponía a irse.

Como hace un rato, ninguna de las tres le contestó.

Antes de irse logró escuchar algo que la confundió bastante.

-Entonces, ¿Con cuál de las dos te quedarás? - preguntó de manera petulante una de las chicas.

-Ya les he dicho que con ninguna, además tengo novia - dijo la pelicorto mientras intentaba tomar su café.

Al momento de levantar la taza por accidente botó la cuchara al piso, Mina al percatarse de eso fue corriendo para recogerla.

-¡Por favor Chaeyoung! Esa no te la crees ni tú, si esa "novia" existiera, sería yo.

-Dinos quien es esa supuesta "novia".

-Pues... - Chaeyoung miraba a todos lados mientras se pasaba la mano por el cabello pensando en una buena excusa, hasta que vio como Mina se levantaba de recoger la cuchara.

-Es ella - afirmó Chaeyoung tomando de la mano a Mina.