No era algo extraño que aquella chica pelirroja de grandes pestañas, caminar elegante y mirada altiva era del clan Weasley.
Clary Weasley, sinónimo de perfección, liderazgo y "el cuerpo perfecto". Pero también era conocida como "la maga huerfana". Aquella pobre chica que fue abandona a su suerte junto a su padre quien fue engañado del aquel amor que su esposa decía.
La pelirroja había logrado un odio hacia aquella mujer que alguna vez pudo llamar madre, nunca la conoció y en sus planes de vida no era hacerlo, consecuencia de ello se convirtió en una chica fría, una persona que con una mirada podía salvarte o hundirte, ganándose con su conducta un resentimiento de odio de todo ser que la rodeaba principalmente por sus primos de sangre y postizos quienes más de una vez intentaron unir lazos con la pelirroja, pero el odio de esta le negaba esa felicidad que su profundo corazón anhela.
Sus pasos retumbaron hasta la planta baja y miró atentamente a cada integrante: en una esquina se encontraba lo que era toda su familia de sangre, a su lado los Malfoy, frente a ellos los Riddle y un sin fin de familias allegadas a los Weasley.
Lanzo su cabellera pelirroja hacia un costado, sin saludar a ninguno camino hacia Molly Weasley, la única mujer que enserio la comprendía. Se sento frente a ella en la cocina ignorando por completo a su familia, las risas de estos resono gracias a un mal chiste que Ron Weasley había contado, sus ojos azules como el cielo pero apagados de felicidad los miro atentamente.
¿Por qué ella no podía tener eso? ¿Ese era su destino? ¿Algún día iba a reír? Tal vez eso nunca pasaría. Lentamente alejó su plato de comida de ella y recargo su cabeza en su mano mirando a la nada mientras sus ojos azules se apagan en vida.
-Tengo una idea- solto Theodoro Nott sobresaltando a los presentes- Se hacerca el día de la familia en Hogwarts, podemos asistir todos y hacer un gran día ahí.
Y eso fue lo que rompió el corazón de Clary Weasley, sin girarse a verlos los escuchaba charlar animadamente, sus ojos azules se comenzaron a llenar de lágrimas y de espaldas soltó algunas lágrimas que rodaron por su mejilla.
"Familia" "madre" "amor" eran aquella palabras que nunca nadie le había dicho. Clary golpeo con enojo la malteada de fresa y esta cayó al piso rompiéndose en mil pedazos y causando un fuerte sonido atrayendo la atención de todos.
Ninguno habló. Solo la miraron y esta lentamente se giró a verlos, sus ojos azules estaban rojos a puntos de soltar el llanto pero no lo permitió, con un movimiento de varita limpio todo.
-Gracias abuela- se giró a Molly quien les sonrio, esta se bajo del banco y se alejó de todos moviendo sus caderas de un lado a otro, antes de salir se giró a su padre- Ni te molestes, por que no pienso ir al día la familia- sus ojos azules recorrieron a todos- Por que yo no tengo una.
Hermione apreto la mano de Draco Malfoy y lo miro, este alzo una ceja sin entender, la castaña rodó los ojos y se levantó encaminándose hacia la salida donde la pelirroja había partido.
***
Tal vez su vida no era la que Clary deseaba, pero siempre había una luz al final del túnel.
-¿Ocupada?- hablo una voz sobresaltando a la chica encontradose con la heroína de la guerra Hermione Granger.
-Si, a las cuatro tengo una cita con la soledad y a las cinco una cita con las lágrimas.
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