16 de abril de 1643
El tiempo había pasado y conforme transcurrían los días me iba resignando a mi nueva vida. No me quedaba más que hacer, sólo obedecer y aceptar la realidad.
Por suerte había aprendido muchas cosas como que Kösem Sultan es la regente de los otomanos y en un tiempo sus hijos y nieto competirían en unas pruebas por el título de Sultan. Además, los şehzades tenían a una esposa favorita con la cual tenían muchos hijos, pero sólo ubicaba a Nur, Gevherhan, Safiye y Şah. También aprendí sobre las hijas de la regente y más sobre Ayşe y Fatma que eran consideradas de temer.
De ahí ya no sabía nada más que lo básico: las reglas y los títulos.Me encontraba sentada en el harem hablando con Raziye Hatun mientras contemplábamos cómo las demás mujeres hablaban entre sí.
— ¿Qué planeas hacer cuando salgas del harem?
—Ni idea —respondí con honestidad. —A esta altura creo que ni saldré del maldito lugar.
—Es probable que te casen con un Bey.
—A menos que abra la boca y termine casada con un mercader.
— ¿Ese es tu defecto?
—Sí, digo lo pienso sin medir las consecuencias.
—No puede ser —murmuró.
— ¿Qué ocurre? —la regresé a ver.
—Viene una Kalfa —susurró.
— ¿Cómo te llamas? —me preguntó la Kalfa, llegando con nosotras.
—Alexandra.
—Alexandra, serás preparada para ir a los aposentos de un şehzade.
— ¿Qué? —pregunté con incredulidad.
— ¿Por qué la pregunta? Eres buena en idiomas, escritura, baile y sobre todo eres obediente. ¿Qué esperabas?
—No quiero.
—Querrás —aseguró. —En un mes irás al segundo harem, donde todos ellos estarán y créeme, te enamorarás.
—Sueña con eso.
Ella sonrió.
—Sólo te acuerdas de mí cuando estés en su cama.
18 de mayo de 1643
El día menos deseado había llegado.
Ya era noche. La música se escuchaba por todo el segundo harem y había mujeres bailando por el lugar, pero los príncipes aún no llegaban. En el lugar sólo se encontraba Ayşe Sultan quien se encontraba en una esquina del harem siendo atendida.
La Sultana y sus demás hermanas habían llegado al palacio debido a Kösem Sultan que las había mandado a llamar y se irían en una semana, o al menos eso me habían contado.
Ana Hatun, Mah Hatun, Catalina Hatun, Lesya Hatun, Lia Hatun, Rumeysa Hatun, Dilruba Hatun, Mihriban Hatun, Şah Hatun, Hafsa Hatun, Fatma Hatun, Firuze Hatun y yo estábamos en un rincón, esperando a que los susodichos llegaran debido a que después de eso nosotras saldríamos por unas máscaras y volveríamos a entrar para abrir con un gran baile.
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Dilaşub Sultan
Narrativa StoricaMe convertí en Sultana por suerte pero derroté a mis enemigos por astucia. Créditos de portada: @CleopatraGraficos