Habíamos encontrado muy buenos lugares disponibles cerca de la cancha de lacrosse y lejos de los fanáticos extremistas.
Los jugadores de ambos equipos calentaban para estar bien preparados para el juego, cada quien con sus respectivos uniformes.
El entrenador del equipo de nuestra universidad tomó su megáfono y llamó a sus jugadores
- Señoritas- grito éste- han entrenado día y noche para este juego, así que en mi no tan humilde opinión-hizo un ademán de superioridad con la cabeza- vamos a ganar- los chicos del equipo gritaron como cavernicolas y agitaron sus palos cuales espartanos por ir a la guerra- Pero... - hizo una pausa mirando a casa uno de sus jugadores y estos se quedaron en completo silencio- Si se les ocurre perder... Haré que corran hasta que se revienten sus pulmones- se detuvo en el medio de la gran ronda de jugadores de nuevo observándolo amenazante- ¡A GANAR!- de nuevo los gritos de los chicos del equipo se hicieron presentes.
El capitán del equipo dio unas palabras de aliento hacia sus compañeros y todos comenzaron a correr hacia sus respectivos lugares de juego.
En las gradas, al ver que los equipos comenzaron a ponerse en sus posiciones, la gran cantidad de gente comenzó a gritar. El tipo que relataba el juego se hizo presente en la cancha, presentó a ambos equipos y los himnos de cada universidad sonaron por los altavoces.
El partido había comenzado...
[...]
El marcador iba 1 a 0, el equipo en desventaja era el nuestro, ya que los del otro equipo eran demasiado violentos. Habían golpeado tres veces a Alex y una a Adam, el último nombrado había reaccionado mal intentando avalanzarse sobre su rival pero los demás chicos del equipo lo había frenado a tiempo. En cambio mi hermano se quitaba la tierra de su uniforme y continuaba jugando, la primera vez que lo golpearon me dieron ganas de bajar e ir hacia la cancha y darle una linda patada en las bolas al tipo que había golpeado a Alex pero Mason y Matt me lo impidieron.
Veinte minutos después y seguíamos sin mejorar, las amenazas del entrenador eran cada vez más frecuentes y decían algo así... "Muevan esos traseros tan gordos e inservibles que tienen o le juro por mi madre que se los dejaré planos tantas patadas que voy a darles" y así sucesivamente hasta que el primer gol se hizo presente.
- Goooolllll! - vitoreabamos todos con alegría. Mientras todos los del equipo se abalanzaban sobre el autor del tan esperado gol quien había sido Max.
El primer tiempo había llegado a su fin y el marcador estaba 3 a 5, de nuevo íbamos abajo.
El segundo gol lo había marcado Alex, literalmente me había quedado sin voz gritando de alegría por mi hermano y el tercero fue anotado por Scott, el hermano de Aaron.
[...]
Seguíamos en el entre-tiempo y mi cuerpo ya no aguantaba tanto líquido que había ingerido hacia apenas unos 40 minutos, por lo que me levante de mi lugar llamando la atención de los que estaban conmigo.
-¿A donde vas? - pregunto Chad con el sorbete de su refresco entre sus labios.
- Al baño, me hago pis- dije sin preámbulos.
- No hacía falta que aclararas eso- dijo Dylan asqueado por mi forma tan directa.
- Él preguntó-respondí con un tono burlón adornando mi voz y mi rostro.
-Se va a darle su apoyo a Aaron- acotó Matt subiendo y bajando sus cejas continuamente con una sonrisa perversa en su cara, mi hermano, quien se hallaba a su lado, frunció el ceño para luego mirarme y decir...
ESTÁS LEYENDO
¡Aléjate Jones! [EDITANDO]
Teen FictionMuchos dicen que los sueños son producto de la imaginación, otros dicen que son abstracciones del subconsciente. Pero yo creo que son pequeñas señales sobre quienes somos, o de donde venimos. Yo era solo una chica como cualquier otra, con mis herma...