Epílogo

698 44 83
                                    

Londres, Inglaterra, año 1993

POV Louise

“Somos completamente distintos, aunque tengamos la misma cabellera, discutimos 24/7 de cosas sin importancia. Pero sin duda, lo que nos une es el gran amor de padre e hija que tenemos, yo lo cuido mucho y el a mí. El me hace reír y yo a el. O a veces soy yo la que se ríe de sus pésimos chistes, papá es maravilloso”

— O eso creía yo — dije al leer una nota de mi diario por allá en el año 91, cuando mi vida era perfecta, cuando mis papás estaban... Juntos.

Prendí mi televisor y busqué una entrevista de mamá del año 87 que estaba grabado en un casette, lo puse y me acosté en mi cama con mi oso de felpa para sentirme nostálgica, para variar.

— el que diga que el “verdadero amor” no se encuentra en la adolescencia, miente; el destino actúa de maneras misteriosas — dice mamá en la entrevista con una sonrisa — así que, nadie elige de quién enamorarse y eso es lo emocionante ¿Sabes?.

— ¿Entonces Brian May fue tu motor para ser la exitosa escritora que eres ahora? — pregunta la presentadora.

— Sin duda, el y mi hija Louise de 6 añitos — se ríe, cielos, mamá tiene una sonrisa tan hermosa, ella es perfecta, no puedo creer que papá le haya dejado por esa insípida actriz — ellos dos son mi motor. Bri llegó a mi vida cuando tenía muchas preguntas y pocas respuestas, así de casualidad, es el mejor amigo de mi hermano.

— Roger Taylor, el baterista de Queen — agrega la presentadora.

— Es correcto — aún sonriendo — por eso, cuando descubrí que lo amaba profundamente y que el sentimiento era mutuo, no dudamos en comenzar con nuestro noviazgo. Por encima de mis padres y de mis hermanos que en ese entonces no estaban de acuerdo.

— Me imagino que fue un periodo de muchas pruebas — dice la presentadora conmovida.

— Sin duda, fue un periodo de muchísimas pruebas. Él sabe más que nadie todo lo que hemos sufrido hasta que Dios nos bendijo por fin. Y aquí estamos, ya casi cumplimos 14 años de estar juntos y sigo a su lado, y espero seguir por siempre.

Pauso la cinta y me aferro con melancolía a mi osito. Joder, todo era perfecto, ellos eran el matrimonio más hermoso de Gran Bretaña.

Pero no podía llorar, es decir, mamá regresa de su gira por América. Firmó libros y conoció escritores de talla internacional, podré por fin estar con ella y decirle lo mucho que la amo. Mi vida no es fácil, soy una persona bastante introvertida y con 12 años he intentado suicidarme más de una ocasión, solo que, mis papás nunca se han enterado por qué lo intento y nunca me sale. Soy muy cobarde en ese aspecto.

Entré al baño y me subí la manga de mi abrigo y con una pequeña cuchilla me abrí las muñecas... Descuiden, no es para matarme, es solo para aliviar el dolor interno que tengo. Yo culpo a mis padres en cierta forma, pero la principal culpable soy yo, por ser como soy, por darme asco.

Sentí que el timbre sonó y me asomé por la ventana de mi cuarto. Era mamá, así que rápidamente me bajé las mangas y me senté en mi cama nuevamente a tratar de ver televisión, como siempre.

POV Caroline

Dejé mi auto estacionado a las afueras de la casa que antes era mía y rei amargamente. Me parece increíble que este viviendo aquí con esa mujer, con esa tipa que arruinó mi matrimonio. Cálmate Caroline, solo entras por tus hijos y te ahorras una larga conversación con Brian.

Toqué el timbre y me abrió la dichosa Anita Dobson. Me tragué la ira como pude.

— Buenas noches — dije sonriendo fingidamente.

El tormento de Caroline TaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora