La herida abierta del mar
La montaña de arena blanca repleta de huellas escarlatas
El espíritu roto de un nacimiento condenado
A una vida de trabajo forzado.
Los ojos del sudor son de color cielo
Colo del sol, color del mar curtido
Por las manos del pecado
Asesinato de Dios
A cada uno de sus hijos de barro.
El hombre es polvo
La mujer es arena
El humano es pequeñas cosas
Provenientes de pedazos quebrados de la inmensidad de la Tierra.
Los versos del sal de un país de miseria, de mi carne, de mis huesos
de la juventud que morirá mañana,
y la vejes que vivirá por siempre.