Arek abrió los ojos lentamente. Sentía el cuerpo cansado y también se sentía muy desorientado. Miró la hora a su lado y abrió del todo los ojos con sorpresa. ¿De verdad había dormido tanto? No se lo podía creer.
Se levantó y decidió darse una ducha, ya que por dormir durante tanto tiempo había sudado bastante. O al menos se sentía sudado, cosa que no le gustaba.
Cogió ropa limpia del armario y se dirigió al baño. Su baño era confortable, ya que daba una sensación de una especie de mini spa oriental, debido a las baldosas de piedra de colores cálidos que acompañaban los tonos de la luz anaranjada. Era un ambiente relajante y acogedor.
Dejó el grifo abierto para que se calentase el agua mientras se desvestía frente al enorme espejo del lavabo. Observó su delgado cuerpo, tenía algunos musculos marcados, pero no mucho, aunque tampoco le molestaba eso.
Se pasó los dedos por su pelo blanco, que era lo suficientemente largo para que tuviera unas "alas de ángel" en la nuca, y se metió en la ducha.
Inmediatamente notó el cálido agua en su pálida piel, relajando sus musculas y espalda. El vapor empezó a salir, ayudando a esa sensación confortable. Si pudiera se quedaría allí toda la vida.
Se mojó el pelo y empezó a jabonarse el cuerpo y el pelo. Las gotas resbalaban por su suave piel, relajándolo. Suspiró de alivio y se aclaró.
Agarró una toalla y salió de la ducha, pero se quedó envuelto en la toalla un rato, sentado, mientras dejaba pasar el tiempo y el pelo le goteaba por la frente.
Tras un rato de pasear entre las nubes, se secó, se vistió y bajó a la cocina, donde se encontró una nota de sus padres, que estaban en el trabajo. Ponía que le habían dejado dormir para que se recuperase del todo y lo que tenía para comer.
Fue hacia la nevera, sacó los tapers con la comida y se los calentó en el microondas. Decidió comer en el salón mientras veía series anime y cuando se cansó decidió cambiar y ponerse a jugar algo con su Nintendo DS. Sí, era cierto que él también era bastante friki, pero su amigo Risto tenía un problema bastante más grande con esas cosas.
Hablando de ellos... La verdad que esperaba que estuvieran bien y que no se preocuparan demasiado por él.
Más tarde, Risto le envió un mensaje avisándole de que justo ese día no habían mandado deberes ni trabajos, por lo que podía descansar bien del todo.
Se pasó las horas jugando. También habría leído, de no haber sido porque Zack le quitó el libro que se estaba leyendo... Podría parecer una excusa, pero en realidad le daba rabia tener que empezar otro libro porque él le hubiese quitado el que estaba leyendo y prefería no pensar en ello. No le gustaba empezar uno nuevo sin haberse acabado el anterior. ¿Por qué tenía que quitárselo? ¿Qué necesidad tenía?
Tras unas horas sus padres llegaron a casa del trabajo y lo saludaron. Aunque en seguida fueron a darse una siesta porque estaban cansados de la jornada.
El día pasó con mucha tranquilidad, dándole fuerzas y energías para poder enfrentarse a lo que fuera. Incluso su padre le hizo una sabrosa sopa bastante rebitalizante y unos filetes rusos como segundo plato para la cena, se comida preferida. Al verlo le dio un abrazo de agradecimiento y comió con muchas ganas.
-Eso es. Como, come, que tienes que recuperar fuerzas -le animó revolviendole el pelo mientras Arek tenía la cara de felicidad que pocas veces ponía- De postre tienes fresas.
-¡Bien! ¡Gracias papá! -agradeció animado. Le ponía de muy buen humor comer algo que le gustaba tanto.
-No es nada -respondió sonriente y le llevó un plato con comida a su mujer.Podría no pasar mucho tiempo con ellos, pero le encantaba cómo se trataban sus padres, el respeto y cariño que se tenían. Si alguna vez él tuviera una pareja le gustaría que fuese algo así.
Con este repentino pensamiento dejó de comer por un momento. Era la primera vez que se le cruzaba algo así por la cabeza, nunca había pensado en algún futuro con una familia, ya que tampoco le veía necesidad.
-Supongo que a esto se le llama crecer -murmuró para sí.Y sin pensarlo mucho más, volvió a incar el diente a su comida, dejando atrás ese repentino pensamiento, e incluso olvidándose de que algo así llegase a pasar por su cabeza.
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¿Los que se pelean se desean?
RomanceArekkusu, es un chico de 17 años que está viviendo un infierno por culpa de otro chico, Zack, el cual desde que se conocen no ha dejado de molestarlo y hacerle bromas pesadas. Arekkusu no entiende por qué, hasta que un día no aguanta más y decide en...