Capítulo 6

69 5 0
                                    

-¿Queréis algo chicas?

- Un café con leche y para Patri lo mismo. ¿No?

-¡Sí!

-Ya has oído a la niña Andre, dos cafés con leche.

-Andrés, Ali, Andrés.

-Oh venga, queda mucho mejor Andre, no te quejes, admítelo.

-Solo porque eres tú te dejo decirme Andre, voy a por vuestros cafés.

Estamos en la cafetería, tomando nuestros cafés de cada día, no hay día que no vengamos, para Patri las horas se le hacen eternas y la única manera que tiene es tomarse un café con leche, algunas veces hasta dos, lo malo es que la tiene más despierta y más terremoto, es como un huracán de diversión y risa. Tiene sus cosas, como todas, como yo, somos así y así seremos durante mucho tiempo.

No hay casi nadie, es un sitio tranquilo y me gusta, te puedes pasar una tarde entera aquí, el ambiente es agradable y cómodo, me paso algunas horas, con Patri o sin ella, es un buen lugar para aclararte las ideas, tu vida, tus sentimientos, absolutamente todo, se podría decir que es mi sitio favorito, después de mi terraza, donde observo todo el cielo de noche, es como si las estrellas me ayudaran a estar aquí, si me dijeran algo, es precioso y relajante.

-¿Y ese rollo que tienes con “Andre”?

-¿Qué rollo tengo con “Andre” según tú, guapa? –Patri como siempre, apartándome de mis pensamientos más profundos.

- No sé, hablas con él de esa forma que tú sabes hablar con los tíos que te interesan, haces bromas y mira que nunca te veo haciendo alguna.

-Primero de todo: No tengo interés en Andrés, me cae bien, es un buen chico, de los pocos que hay. Segundo: No hablo con él de esa forma, como ya te he dicho, no quiero tener una relación que no sea de amistad y tercero: No hago bromas con él ni con nadie. – ¿Pero cómo se fija en todo esta chica? Bueno, se fija en lo que quiere también.

-Vale, me ha quedado claro que no te gusta, pero él a ti, le encantas Ali, se le ven en los ojos…

-¿Bueno y tú desde cuando te has convertido en traductora de miradas? Patri, nunca tendré nada con él, métetelo en la cabeza de una vez.

No he tenido ninguna relación, con nadie, en mi vida. Líos, todos los que quieras, muchos diría yo, no soy la típica chica que va con el primero que se les pasa por delante, para nada, soy la chica más difícil del mundo, del universo creo yo, se pueden pasar meses hasta un años para que yo diga que sí, pero no a una cita, a lo simple, nada de romance, no vale para nada, solo para hacerte sufrir, llorar, ser débil, de que sirve sin ser una persona buena y dulce si te hundiendo, ellos me destrozaron, humillaron, arrancado hasta el más mínima dulzura e inocencia que tenía, mataron mis ilusiones sin ningún remordimiento por eso yo los destrozo sentimentalmente, cada palabra mía los hunde un poco más, porque los quiero ver como yo estoy, sin poder salir de esta oscuridad tan profunda que tengo dentro de mí, que ni por más que quiera se va, no me deja, no me deja vivir como quisiera vivir, feliz, alegre, llena de dulzura, esa dulzura que tenia…

-Vuestros cafés.

-Gracias Andrés –Rectifico, es un sitio tranquilo y bueno para pensar cuando no te interrumpen los camareros o tus amigas locas.

-Andre.

-Chico, no hay quien te entienda, o Andrés o Andre, decide ahora.

-Mm, Andre, es más bonito, tenías razón, os dejo que tengo que ocuparme de otra mesa, os veo luego. Adiós Ali.

-Hasta luego Andre –Estoy segura que Patri habrá analizado la frase y me va a preguntar en tres, dos, uno…

-¿Hasta luego? ¿Es que vais a quedar?

-Sí, después he quedado con él –Lo dicho, analiza muy bien, ha elegido bien al coger el bachillerato de Letras, triunfara en el mundo de las análisis, que no se note mi ironía.

-¿Y cuando pensabas decírmelo? Y decías que no te interesaba… Al final verás.

-Verás qué, Patri no me interesa en la forma que tú crees. Que puede que me lie y luego me lo lleve a la cama, cosa mía, no tuya, ya sabes cómo va esto.

-Ya pero… No quiero que le hagas daño, es un chico fenomenal y como tú has dicho es muy bueno y si te lo llevas a la cama será para hacerle daño como a los otros.

-Dios Patri, parece que lo vaya a matar o algo, no pienso hacerle daño, de verdad, créeme.

Si escuchas lo que dice Patri parece que los vaya a torturar pero no, simplemente los humillo, no como pensáis sino con mi rechazo, parecerá pretencioso pero los destroza, se hunden al ver que no quiero nada con ellos, como si les diera una puñalada, la razón nunca la sabré, lo único que sé es que es la única arma que tengo.

-Patri, vamos, llegaremos tarde y toca Castellano.

-Pues con más razón, no me gusta nada Castellano y menos la profesora, me tiene manía creo yo.

-Te tienen todos manía, no hay nadie que se salve de ti niña y no entiendo como no te gusta, con lo bien que se te da analizar frases.

-¿Eh? No lo entiendo, si no se me da bien la sintaxis.

-Déjalo mejor, vamos anda. –Y con esto último nos vamos. Creo que no ha pillado mi indirecta, no es buena detectándolas.

Estamos subiendo hacia las clases y veo a Álex, está en el césped, pensativo, me encantaría saber lo que está pensando, que le pasará en esa cabeza que me intriga tanto, me muero por saberlo, tengo que hablar con él, tal vez a la salida o en la clase o no sé, estoy nerviosa, él me pone nerviosa, nunca lo he estado por ningún chico, era al revés, eran ellos, yo solo los miraba, tengo que hacer algo para saber más de él pero ahora toca entrar en la clase, sentarme y ver como el tiempo pasa mientras mis nervios crecen y mis ganas también.  

Pétalo negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora