Capítulo 2.

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Capítulo dos:

Íbamos en el carro de Miranda rumbo a la fiesta de Cameron.

¿Qué?

Puedes faltar a una cita y esta bien.
Puedes faltar a la universidad y esta bien
Puedes faltar también a la iglesia y esta bien...

Pero...

¿cómo vas a faltar a una fiesta? O sea, eso no tiene perdón

—Todavía no puedo creer que Cristóbal me prohibió montarme de nuevo en su podricion de carro.—Dijo inocente y yo solté la risa.

—¿Será porqué le rayaste gigante y que "mamaguevo marico"?—Pregunte con sarcasmo. —No sé sacame de esa duda...

—Tas en contra o qué. —Dijo estacionando su carrinchi atrás del carro de Cristóbal. —¿Se lo chocamos? —Pregunto mirándome con malicia.

—Dejalo quieto chica, vas a hacer que se mate.—Dije tomando mi teléfono y bajando del carro.

Entramos a la casota y la musica estaba más alta que el autoestima de Marco. Gente iba y venia riendo, bailando, tomando y otros borrachos. Que marginalidad...

me encanta.

—Voy a jalarle bolas al Dj pa que ponga musica quesua. —Dijo emocionada y se fue. Yo Prendí mi camino al alcohol.

Entre a la cocina y estaba un moreno sirviendo los tragos que resultó ser Cameron.

—Sirveme ahí un mojito.—Dije, él subió la mirada y sonrió.

—Hola pilar.

—¿Te trajeron para la fiesta para que le sirvieras de barman?—Pregunte sorprendida. —Esas plagas de verdad que no son amigos de nadie. —Dije agarrando una bolsa de cheetos que había en la mesa.

Él soltó la risa y me paso mi mojito.

—Solo vine a servir mi trago, no el de todos en la fiesta.—Dijo con una sonrisa. Ay que cute.

—Y el mio también...—Agregue.

—Esta bien, esta bien...

Vayalooo, adivinen quien no va a tener que dejar de bailar para ir a rellenar su vaso porque tiene a un bartender privado.

—Cam ¿por qué tardas tanto?—Dijo una rubia altísima y flaquisima con un vestido bellísimo entrando a la cocina y deteniéndose a mi lado.

Chama no, quitate de mi lado que me haces parecer un ocumo. Ausilio.

—Marica ese Dj marico si es pajuo, ya va a ver, le voy a cagar la vida.—Dijo ahora Miranda entrando a la cocina. —veergacion...—Dijo impresionada al ver a la rubia explotada.

—Nada Hailey, estaba charlando con una amiga. —Dijo señalándome.

Solo le sonreí a la caraja pero la bicha me miro de pies a cabeza e hizo una mueca.

Solo le sonreí a la caraja pero la bicha me miro de pies a cabeza e hizo una mueca

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Pilar Olivia; Cameron DallasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora