Pilar Olivia; Cameron Dallas

Capítulo 5.

Capítulo cinco: 

Mi teléfono suena y entre medio dormida lo tomo.

2:45am.

Naguevona, quien será tan ladilla.

Blake Dawson

Baja.

Qué?

Estoy afuera de tu casa, sal.

Me levanto con cuidado de no despertar a Cristóbal y voy al closet. Me cambie la pijama por un vestido equis no tan pegado al cuerpo, unas sandalias y salí del cuarto.

—TE AGARRE CAREBOLA.—Grito Marco en el pasillo.

—Cállate la jeta.—Le grite en susurro.

—¿Y para donde vas tú? —Pregunto poniendo sus brazos en forma de jarrón.

—no, ¿para donde vas tú?—Me hice la loca.

—A buscar un culito.—Respondió subiendo las cejas.—Habla claro pues...

—Me están buscando...—Dije siguiendo mi camino a la planta baja.

Marco soltó la risa y se me pego atrás.

—Eres el culito de quien te está buscando...—Dijo deteniéndose en la sala para agarrar las llaves de su moto.

—No tengo peo con eso.—Dije y me pare en la puerta mirándolo. —¿La vas a montar en esa vaina?—Mire las llaves con las que jugaba.

—No, La voy a buscar en el carro de Cristóbal que le rayaron Mamaguevo marico en 3D.—Dijo con sarcasmo y se fue camino al garaje.

Si es pajuo.

Salgo de la casa y la camioneta de Blake estaba parada en el frente, me acerco, abro la puerta y me monto.

—¿Qué fue?—Pregunte rompiendo un silencio raro.

—Quería verte.—Respondió.

Mielda loco, no me cepille antes de bajar.

Ñuelamadre nojoda.

—¿Quieres ir a una fiesta? —Pregunto después de otro breve silencio.

—¿Me estas viendo las fachas en las que ando?—Pregunte señalando mi vestido blanco equis y mis sandalias doradas equis.—Ni siquiera me maquille.