10: Espías.

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_Faltan 10 minutos para cerrar y la cafetería está desierta ¿te molesta si me voy ahora? Porque tengo en media hora una cita y me quiero arreglar un poco- Mily pone un puchero.

_Claro que no, vamos adelántate que yo terminaré de cerrar- me tira un beso y sale corriendo a dejar si delantal en la cocina y agarra su bolso.

_Gracias te adoro- me saluda con un beso en la mejilla y se va.

_¡Suerte!- le gritó un poco tarde porque ya había salido del negocio.

Bien mientras que nadie pase por esa puerta todo irá bien, sigo limpiando las mesas hasta terminar, voy a la cocina para dejar mi delantal, mas escucho la campanita sonar encima de la puerta haciéndome imaginar que entro alguien.

Mierda, estoy en problemas.

Me asomó de a poco y me sorprendo al verlo.

_Ah, eras tú- salgo de la cocina para saludarlo con un beso en el cachete.

_Wow, cuanta emoción por volver a verme después de tanto tiempo y pensar que yo arriesgué mi vida por salvarte- niega fingiendo dolor.

_Oh disculpeme comisario supremo de la ciudad- bajo una de las sillas de arriba de la mesa- Me honraría que se sentara y servirle un taza de café.

Ninguno de los dos se aguanta más la risa y estallamos, siempre me divierto cuando estamos juntos.

_Me dijeron que aquí hacen unos ricos cafés y Herny también me ha dicho de que trabajas aquí, así que decidí a buscar uno de tus cafés- se sienta en la silla que había bajado.

_Si, hay un problema la chica que trabaja junto a mí es la que hace los ricos cafés yo soy la que puede confundir la azúcar con la sal- hago una mueca.

_Vamos no puedes ser tan mala y te perdonaré por querer robarme a mi mejor amigo.

_Me quiere más a mi, vas a tener que empezar a asimilarlo- muevo mi pelo- Aunque lo intentare.

_Genial, date prisa que luego tengo una noticia para contarte- asiento y voy para la cocina.

A ver, he visto muchas veces hacer esto a Mily pero nunca presté atención a como usaba esta máquina avanzada para preparar el café, tendré que hacerlo como he visto en la películas viejas.

Caliento agua en una pava cuando empieza a chillar la saco de la hornalla y la pongo en un taza, agarró la lata de café para quedarme trabada ahí, ¿Cuentas cucharadas de café serán? Bueno yo le pongo 3 de chocolate a mi chocolatada supongo que será lo mismo, después de ponerle las cucharadas lo bato bien y vuelvo con el orgullosa de no haber destruido nada.

_Aqui tiene comisario- dejo el café delante suyo y me siento en una silla de enfrente que tengo que bajar.

Veo ansiosa como lleva la taza a su boca, da un largo sorbo y toda su cara hace una mueca de asco, noto como una gotita negra sale por la comisura de sus labios, me tiro contra el respaldar decepcionada.

_El baño está allí por si quieres ir a escupir- señaló una puerta en el fondo pero niega y hace fuerza para tragarlo.

_Estaba un poco fuerte- agarra un servilleta para limpiarse lo que se le escapó.

_Lo siento mi fuerte no son los cafés sino las chocolatadas.

_No no te preocupes estoy bien- trata de restarle importancia.

Vuelvo a la cocina y tiro el cafe, lavo la taza para servirla con agua, saco de la heladera un trozo de pastel, vuelvo y lo veo pasandose la servilleta por la lengua, en el momento que me ve hace como sino pasara nada.

ResurrecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora