12: Noticia "falsa".

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_Hades, tu me avisas si viene el pitufo gruñón- lo apunto con mi dedo y el sentado mueve su cola rápidamente.

Abro lentamente la puerta y asomó la cabeza para comprobar que no hay nadie, una vez que se que no hay nadie entro al despacho.

A Ian no le gusta que limpie, prefiere llamar al servicio pero no me cuesta nada y sería como un pequeño pago por dejarme vivir gratis en su departamento.

Comienzo a barrer el piso pero me detengo al distraerme con la impresionante estantería de libros que hay, no puedo creer que el mismo chico que se dormía haciendo los trabajos prácticos haya leído tantos libros.

Suelto un suspiro, de cierto modo lo envidio, me hubiese encantando leer tantos libros para mi carrera universitaria, lo bueno que en unos meses se abrirán nuevamente las inscripciones y podré avanzar del todo con mi vida.

Me vista se concentra en un libro diferente a los demás y afortunadamente noto que es mi favorito "La Odisea" perdí la cuenta de cuantas veces que lo he leído, de niña soñaba con tener a mi lado a un Ulises que me ame tanto que atraviese todos esos obstáculos por volver a mi lado.

Lo tomo entre mis manos para comenzar a ojerlo pero me freno en el índice donde hay un M.P en la parte inferior de la hoja, me quedo sorprendida estoy casi segura que es mi libro, sigo avanzando unas hojas más y encuentro con una rosa roja ya marchita confirmandome que este es mi libro y esta es mi flor, la que Ian me había regalado en el ramo que Lachy destruyó, fue el único regalo que no le había devuelto porque la quería llevar conmigo a Irlanda, ya me había olvidado de ella y fue el quien la estuvo teniendo todo este tiempo.

_Me parece fantástico que pasen por mi casa para celebrar el trato- escucho la voz de Ian en su tono profesional.

Mierda, Hades para la próxima te entrenaré mejor.

Guardo rápidamente el libro donde estaba y escondo la escoba junto con la pala detrás de la cortina ahora falto yo, la única opción que me queda es meterme debajo del escritorio y no dudo un segundo en hacerlo no puedo hacer que Ian pierda otro contrato por mi culpa.

_Por favor pasen, siéntanse como en su casa- veo como los pies de Ian van hacia una mesa donde tiene una botella de whisky caro y unos vasos mientras que del otro lado del escritorio escucho unas pisadas. 

_Pienso que en algunos de estos días podríamos ir a jugar la revancha del golf, esta vez te aplastaría- suena la voz de un joven divertido.

_¿Que dices Oviedo? Sabemos que eso no es cierto- le responde Ian.

Camina hasta el escritorio y en el momento que se iba a sentar me patea el estómago donde tengo que aguantar un quejido, veo como una lapicera cae a mi lado la cual agarro, el se asoma para primero sorprenderse y despues mirarme enfadado, al contrario mío le sonrio y le devuelvo la lapicera.

No se cuanto tiempo estuve debajo de ese escritorio toda doblada pero sorprendentemente no me importaba eso, no sabía porque Ian había conservado nuestra flor pero estaba feliz con saber que el la tenia, en el momento que escuché que se despedían y a Ian cerrando la puerta principal salgo de mi escondite.

_Esto es lo que haces ahora esconderte debajo de mi escritorio- en su tono noto un poco de molestia pero también diversión.

_Disculpa, es que había entrado a limpiar- saco la escoba y pala de su escondite- Y como a esta hora siempre estas trabajando nunca imaginé que podrías venir con unos empresarios, lo bueno es que parece que cerraron el trato.

_Si por suerte si, no es tan bueno como el otro pero tienes sus puntos a favor- se saca el saco y la corbata para dejarlos sobre el sillón que está a un costado.

ResurrecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora