capítulo 1: El viaje

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Viernes

El largo y blanco pasillo del instituto me dio la bienvenida un día más. Mientras caminaba hacia mi casillero algunas personas me lanzanban sonrisas y saludos rápidos, yo se los devuelvia. Al llegar observé a Ana, una de mis mejores amigas hablando con John, un chico bastante guapo que podría considerarse uno de los chicos más populares y deseados del instituto. A ella siempre le ha encantado, y como culparla? Está que arde! Sin embargo detrás de esa fachada que según el ojo de muchas es perfecta, por mi parte, se podría decir que John no es ni perfecto ni una de mis personas favoritas en el mundo, es guapo? Si, lo es y mucho, pero lo que tiene de belleza lo tiene de cabeza hueca. Aunque hace buenas fiestas debo admitirlo.

-Hoola cariñoo - saludé a Ana con un beso en la mejilla, escuche una tos y me volteé - ah, hola John no te había visto - dije tajante.

- Claro - dice él rodando los ojos.

Está acostumbrado a este tipo de tratos, ambos somos de familias bastante prestigiosas, y nuestros padres son mejores amigos desde la universidad. Así que relativamente nos hemos visto crecer, pero nunca lo he tolerado.

- Entonces... ¿te quedaras en mi casa este verano? - pregunta Ana dando pequeños saltitos.

- No sabes cuánto me gustaría, ayer hable con mamá y papá y como supuse, me dieron un rotundo no, ¿acaso ellos no entienden que me siento incomoda en ese lugar? - se notaba la molestia y la tristeza en mi voz.

- Ash, ya había comprado pelis y palomitas - bajó la mirada.

- Lo siento.

- No, no te preocupes, se cuánto odias esa casa - y es cierto, la odio con todo mi ser.

-Puedes quedarte en mi casa, dudo que te digan que no- dice John guiñándome un ojo y con una gran sonrisa. Observé de reojo a Ana tensarse.

-Prefiero mil veces ir a esa estúpida casa a quedarme en tu morada- le guiñé un ojo igual y sonreí. Él no quitó su sonrisa.

- ¿y cuando se van para Orlando? - cambia de tema Ana.

- Hoy en la tarde - digo y suspiro.

- Ay cariño no te preocupes, llámame siempre que me necesites - sonríe y se acerca a mi para abrazarme.

- Ehm chicas no quiero interrumpir su hermoso momento pero, ¿ese no es Saak? - deshago el abrazo entre Ana y yo para voltearme a ver ese hermoso cabello y ojos oscuros, esas bellísimas cejas pobladas, ese rostro sin imperfecciones, ese cuerpo que parece esculpido por dioses griegos y lo mejor de todo, esa sonrisa gloriosamente hermosa. Pero lo que me llamó la atención es que no era yo la causante de esa sonrisa. Caminaba como un rey por el pasillo tomado de la mano con Cindy, una de las putirristas del instituto, y esa gigante sonrisa que antes solo podía ser causada por mí, ahora es usada en otra chica. Mi corazón se encogió por completo y por mis ojos estaba a punto de salir una cascada de emociones.

No podía estar otro segundo ahí parada mientras mi ex modelaba y alardeaba su nueva "lo que sea" frente a mí, así que corrí hasta entrar en el primer baño que vi, me miré en el espejo y ya estaba llorando, mi maquillaje estaba destruido. Escuché la puerta abrirse y me limité a no mirar y seguir desmoronándome. Unas manos sobaron mi espalda y apretaron mis hombros, al voltearme encontré todo lo que necesitaba en ese momento, mis mejores amigas, mi grupo, mis hermanas.

-Sé lo que dirán, sé que me lo advirtieron, pero soy tan tonta y...

- Tú no eres ninguna tonta Emily, nosotros no elegimos de quien enamorarnos- me interrumpe Loren aun sobándome - te lo digo yo, y tu bien sabes que tengo experiencia.

La casa de verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora