Los días pasaban y todo siguió como siempre, excepto por los incesantes mensajes que parecían ya casi no tener control, las extensas charlas hasta altas horas de la madrugada ya eran un mal necesario para ambos.
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Una tarde en casa del pequeño...
-Nee...Nagisa, no te pongas así..- le decía Itona acariciando sus celestes cabellos.
-Es mucho, de verdad es necesario que lo hagas?- respondió triste el pequeño.
-Si no lo fuera no lo haría, es una oportunidad única para mi carrera, y son solo unos días. Prometo llamarte todos los días- le dijo mientras lo abrazaba consolandolo
-Okē... pero no lo olvides-
Ambos se miraron tiernamente, ésta sería la primera vez que estarían alejados pero para la prometedora carrera en periodismo de Itona, ir a cubrir esa nota aunque esté fuera de la ciudad, era de suma importancia.
Después de una noche llena de caricias y celulares apagados para que nada ni nadie interrumpa aquella despedida... Se dirigieron muy temprano al aeroparque, se dieron un tierno abrazo y con un dulce beso se despidieron.
Esa tarde, desanimado arropado en su cama Nagisa, veía el televisor sin prestar atención, no era lo mismo sabiendo que estaba tan lejos de su amado, ese chico siempre estuvo con él en los momentos más dificiles y a pesar de que vivían separados él sabía que con solo un mensaje lo tendría parado en su puerta con una sonrisa. Las horas pasaban y ya estaba oscureciendo cuando alguien golpeó a su puerta... habría ignorado el llamado pero era tan insistente que tuvo que ir a ver, al abrir lo invadió el asombro..
-K-Karma! - el pelirrojo lo miraba con una expresión de molestia
-Nagisa... que bueno verte vivo - dijo con sarcasmo -tu celular está apagado.-
-Ehh Karma, tuve un día difícil, no me di cuenta perdoname - dijo cabizbajo
-Cenaste??-
-No, pero...-
-Entonces vamos ya que tengo hambre- dijo el pelirrojo sin dejarlo terminar
-Demo Karma... la verdad no estoy de ánimos-
-Okē, entonces pedimos a domicilio y listo- dijo con una enorme sonrisa maliciosa
Y fue así, pidieron delivery y Karma se ocupó de todo mientras Nagisa lo observaba arropado desde el sofá, el pelirrojo preparó todo para cenar como si estuvieran en un fogón imaginario, quería que el pequeño se sintiera a gusto y le contara que le pasaba..
Cenaron y entre risas y ocurrencias cómicas del pelirrojo, Nagisa le contó el motivo por el que estaba triste.-Nee...así que es eso...Itona se fue-
-Si, pero no tenía opción-
-Demo Nagisa, yo estoy aquí- le dijo sonriendo y con tono de burla... ambos se miraron y soltaron una carcajada. De pronto sonó un celular, Karma lo miró seriamente y solo lo guardó
-Ehh?... no vas a contestar?-
-Nee...no importa, ya debo irme- dijo poniéndose su saco -mañana te llamo Nagisa, descansa-
-S-Sayonara Karma- le respondió con el rostro inmerso en la curiosidad mientras el pelirrojo se iba con un gesto de molestia
Al día siguiente, al amanecer...-Ohayo ai!! 😀-
-Ah...ohayo Karma 😥- respondió el pequeño desde abajo de sus sábanas...
-Demo Nagisa, ya te levantaste?-
-Ehh? entonces día libre a las 6 de la mañana??!-
-Okē pero mira no tienes mucho tiempo-
-Eh? y eso porqué?- preguntó confundido
-Porque ya salgo para allá-
-Eh?! No, espera Karma!...Karma!..- pero ya no obtuvo respuesta así que se apuró a levantarse y prepararse para recibir su visita obligada
El pelirrojo pasó por él y lo llevó a desayunar en un café apartado para luego seguir camino hacia un parque de diversiones enorme fuera de la ciudad...
Y así pasaron el fin de semana, llendo de un lugar a otro, comiendo fuera, disfrutando hasta el último segundo como si fuera el último. ️
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Super Psycho Love
FanfictionLa vida cambia mucho a medida que pasan los años.. y las personas que guardamos en nuestro corazon a veces ya no son ni la sombra de lo que eran... Cuando el amor es corrompido por la obsesión la mente pierde toda lógica. Nadie escapa al paso de...