Capítulo 1 ¿Por qué me sigues?

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Totalmente extrañado seguía dando el mismo recorrido hacia su vivienda, al casi llegar alcanzaba a ver los tendederos con las sabanas y unas camisetas colgadas siendo resopladas por el aire, la luz del interior de la casa salía por las ventanas y por la malla de red de la puerta resplandeciendo un poco la oscuridad de la noche, olía a tocino, su padre estaría preparando la cena quizás.

Abrió la puerta aún asombrado por lo que acababa de ver hace momentos y entró, ni siquiera puso atención al saludo de preocupación que le dio su padre, tampoco el que le dijera que había preparado la cena.

El padre repitió lo de la cena, y el cómo había sido su caminata, Yoongi volvió en sí y algo fastidiado entró a la cocina, con ver la pura imagen de su padre se incomodaba, su padre le decía que no se preocupara por el trabajo, que pronto conseguiría otro y que por mientras tomara un descanso, que estaba bien, el padre trataba de ganarse a Yoongi y Yoongi sabía esto, pero le molestaba el hecho de que se lo tratara de ganar diciéndole que no hiciera nada, que sólo se quedara ahí en la casa, tal vez su padre no lo hacía con esa intención, pero Yoongi a veces solía pensar que se le hacía cada vez más difícil acostumbrarse al mundo por como su padre solía tratarlo, y por lo desinteresado que su padre solía ser con él respecto a hacer las cosas por sí mismo, cosa que desde que su madre falleció se le estaba dificultando horrores.

–Podemos ir mañana a caminar, hijo. Me gustaría mostrarte algo.

–No puedo –soltó cortante Yoongi, aunque le dolía ser así. Tomó la jarra de agua y se sentó en la silla en donde enfrente estaba el plato de comida que le había servido su padre, vacío un poco de agua en el vaso–. Iré a buscar trabajo –uno que probablemente odiaría, todos los odiaba, pero estaba acostumbrado.

–No te apresures –soltó calmado el padre, sentándose en la silla, mirando a su hijo que lo ignoraba mirando hacia otro lado–. Me está yendo bien en el trabajo, no tenemos tanta necesidad puedes tomarte un tiempo.

Se levantó de la silla. –Dejé cargándose mi teléfono –mintió para desviar las palabras de su padre, caminó hacia el pasillo y se dirigió a su habitación, sí iba por su teléfono, pero no le era necesario en ese momento.

Tardó un poco para hacer tiempo y no verlo, después se dirigió nuevamente a la cocina.

–¿Cómo te fue hoy? –preguntó el padre, este se había puesto de pie para lavar sus trastes.

Yoongi miraba su teléfono, y al escuchar las palabras de su padre se sintió extraño al recordar aquella hoja pegada en aquél poste de luz, y al mismo chico que vio en la imagen.

«¿Será buena idea decirle?»

–No sé, hoy me pasó algo raro...

–¿Enserio? –giró un poco su espalda al estar frente al fregadero, para ver a Yoongi–. ¿Qué cosa?

–Es que, bueno...vi varias hojas pegadas en postes de luz, al parecer un chico está perdido, lo busca su familia y...creo que lo vi. Era él. Estoy seguro.

–Bueno, ¿estaba solo? ¿Cómo actuaba? ¿No le preguntaste algo sobre eso?

–No, osea, no vi las hojas antes sino después, pero él estaba como si nada. Era de hace tiempo la fecha de desaparición.

–Quizás ya lo encontraron.

–Lo dudo, las hojas no estaban maltratadas, parecían ser recientes, como si las hubieran cambiado por nuevas.

–Un número supongo tuvieron que poner, ¿o quizás la dirección de la familia?

–Un número. Bueno, creo que les llamaré, no pierdo nada si lo hago.

El extraño lugar de las rosas ~taegi/yoontae~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora