1.0

8K 760 42
                                    

"A ver, déjame entender esto" apoyo la casi vacía taza de café sobre la mesa "Estás diciendo que encontraste a tu alma gemela en la cocina de un restaurante, y no preguntaré que hacías ahí si no trabajas en ese lugar, e intentaste golpearlo con un...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"A ver, déjame entender esto" apoyo la casi vacía taza de café sobre la mesa "Estás diciendo que encontraste a tu alma gemela en la cocina de un restaurante, y no preguntaré que hacías ahí si no trabajas en ese lugar, e intentaste golpearlo con una sartén solo por qué , por más imposible que sea, no aceptas que sea tu predestinado a pesar de ser jodidamente caliente, ¿Me equivoco?" desvío su mirada hacia los dos chicos sobre el sofá.

Carraspeó "Te faltó decir que el idiota me dió una nalgada" respondió a la vez que trataba de quitarse al otro chico de encima de él "Y tu, tonto, sal de encima mío"

"¡No!" le grito aún encima de él y empezó a hacer unos ruidos demasiado raros "¡Es lo que te mereces por arruinar mis planes de un final feliz contigo!" y calló como saco al suelo frío del departamento que los tres compartían.

"Ambos sabemos lo estúpido que suena eso" se levantó hacia la pequeña cocina "Eso es posible es casos extremos, solo si nuestros predestinados muriesen o no sé" fingió un escalofrío antes de desaparecer por la puerta.

"Eso es tan hipócrita, más viniendo de alguien que no acepta a su predestinado" comento JiMin al aire, acompañado del constante lloriqueo de HoSeok.

"Jódete" asomo su brazo y levantando solo el dedo central de su mano.

"Estoy esperando a mi alma gemela para que lo haga, a la que por cierto si aceptaré" también se levantó, llevando su taza a la cocina para poder limpiarla.

"¡Si quieres yo te jodo, Tae!" se levantó de un salto con una sonrisa y el brazo alzado.

"Mejor no hables, hyung" salió con un trapo en las manos y cara de pocos amigos "Ahora ven y deja de mirarme así, por favor" le tiró el paño a la cara.

"Realmente no piensas en mí sensible corazón" destapó su rostro y puso su mano sobre la zona de su corazón.

"Dejen sus juegos de no-pareja para otro momento. Tenemos que ir a hacer las compras" y ahora fue el rubio el que le tiró un trapo en el rostro.

"¡Ya!" grito y ambos rieron para terminar los tres saliendo por la puerta entre empujones y más risas.

Tattoo |K.V.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora