Tattoo |K.V.|

5.0

"Creo que JiMinnie tenía razón" seguía susurrado para si mismo.

Hace ya una hora que su preciado mejor amigo lo había llevado a las rastras hasta la entrada de su universidad, la cual para su suerte ambos compartían. Tal vez fue gracias a JiMin y sus bromas de mal gusto o por haber visto miles de cabelleras castañas, como la de cierto chico, lo que lo mantuvo completamente paranoico. Incluso en horas de clase se mantenía buscado a alguien con la mirada, lo que era imposible ya que si él estuviese ahí lo habría visto hace mucho.

"Es imposible que me encuentre a ese idiota por aquí" volvió a hablar más seguro de sus propias palabras "No puedo tener tanta mala suerte, claro que no" ahora con una enorme sonrisa cruzó frente al enorme portón de entrada del lugar. Lo raro es que alguien lo freno a mitad de camino.

"Pero mira lo que tenemos aquí" si, tal vez debería empezar a cerrar la boca "¿Acaso me estás persiguiendo, bonito? No es necesario, ya me tienes a tu disposición" y ahora sí lo pudo ver. Aish, chico arrogante e idiota a la vista.

"¿Quien diablos te está persiguiendo? No te creas, pervertido" se alejó del tacto del mayor enojado "No puede ser que tenga la mala suerte de encontrarme contigo a donde sea que vaya" ahora, exasperado, empezó a caminar en sentido contrario "Adiós"

"¡Oye, espera!" lo sostuvo por los hombros al por fin alcanzarlo.

"¿Pero a ti que te sucede?" le dió una mirada dura, totalmente ajeno a la contraria, llena de dolor "¿Vas a seguir con tus tonterías de crío?" dijo sarcástico.

"No" fue firme, sin rodeos y con voz sería "No quiero seguir viendo cómo huyes de mi como si fuese una peste. No es agradable para mi al menos" empezó a hablar, su rostro serio contrariado con su tono de voz. Casi dejando a TaeHyung sin aire por el pesado ambiente maduro que se formó "Somos adultos y se que podemos hacer de esto algo bueno. Algo que sé que valdrá la pena pero no puedo hacerlo solo" y por una milésima de segundos ambos se miraron como si no hubiese nada más "No sin tí"

"¿Qué?" incluso si lo intento no pudo evitar que su voz saliese temblorosa.

"Kim TaeHyung, perdóname por ser un total idiota aprovechador. Cuando te veo solo no sé cómo comportarme y todo esto es nuevo para mi, para ambos, y lo sé" ahora su voz mostraba desespero por darse a entender "Déjame mostrarte al JungKook de verdad, permite entrar a tu vida"

Suspiró "Yo, JungKook tu-" pero antes de siquiera pensar lo que iba a decir fue interrumpido.

"Permíteme arreglar todo, por favor" rogó mirándolo a los ojos, tratando de demostrar sus más sinceros sentimientos por estos.

¿Es realmente lo mejor olvidar lo que pasó para empezar de nuevo?

¿Es lo correcto creer en quien terminó siendo su alma gemela?

"Está bien" susurro desviando la mirada "Demuéstrame que no eres el idiota que pensé" optó por una postura más seria y segura que no duró realmente mucho por culpa de unos fuertes brazos.

"¡Gracias!" lo empujó aún más cerca de él, tratando de no olvidar lo que era sentirlo así "Mierda, ¡Yoon tenía razón!" soltó divertido una carcajada tras liberar al menor, que parecía un tomate, de su agarre.

"Si, bien, esto" carraspeó un poco tratando de esa manera sacar todo la vergüenza que su cuerpo guardaba "¿Eh?" miró confundido la mano frente a él.

"Un gusto, soy Jeon JungKook. Tú predestinado" pero por más que lo intentaba no podía secar sus ojos de la enorme sonrisa y el como se arrugaban los lados de los ojos del rostro contrario. Tierno, pensó.

"Mucho gusto, JungKook. Yo soy Kim TaeHyung, tu predestinado" estrecharon sus manos, sonriendose a sí mismos con euforia. Al fin estaban llendo por el mismo camino.

Esta bien, confío en ti, mi alma gemela.