𝕮𝖆𝖕𝖎́𝖙𝖚𝖑𝖔 10

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Cosquillas...

Ese había sido el castigo.

Un ataque de cosquillas, uno donde Jimin casi muere de la risa. YoonGi atacó su punto débil; el cuello y el abdomen, con dedos largos y revoltosos que lo hacían retorcerse de la risa, soltando carcajadas y lágrimas traviesas. Después de mucho rogar y suplicar a su YoonGi hyung para que parara, este cedió al darse cuenta que el pequeño ya no aguantaba más y que el castigo había sido más que suficiente. Habían pasado la tarde entre risas, caricias, sonrojos y paz, mucha paz. Se les hizo tarde estando aún en la playa y ninguno quería abandonar el hermoso lugar en donde se había llevado a cabo su primera cita.

Ahora se encontraban en el auto del mayor en camino a la gran y hermosa mansión de los Park. Jimin tarareaba canciones mientras, YoonGi sonreía cada vez que daba pequeñas y rápidas miradas al ver a su pequeño de cabellos plateados siendo tierno solo con cantar una canción.

-Espero que lo hayas disfrutado tanto como yo, Jiminnie- estacionó el auto frente a la mansión de Jimin y se extrañó al ver como las luces de esta se encontraban apagadas. Eran las ocho de la noche, ¿Se dormían tan temprano?

- Muchísimas gracias por todo, Yoonie hyung- el nombrado sintió que iba a morir al escuchar como lo había llamado su pequeño y al ver como esos ojitos brillantes desaparecían debido a esa hermosa sonrisa- Ya tengo que irme- torció sus labios en una mueca triste y se inclinó hacia el mayor para dejar un besito en la palida mejilla.

- Escríbeme mañana para que almorcemos juntos- sonrió- Ahora, ve. Me quedaré aquí hasta que entres- Jimin asintió y con muy pocas ganas, se bajó del auto del mayor y caminó hasta la puerta de la mansión que se encontraba con las luces apagadas y todo en silencio. Fue ahí cuando recordó.

Sus padres y su hermano fueron a una reunión de negocios.

Sus llaves.

Su bolso.

En casa de Taehyung.

Ahora estaba parado enfrente de su casa como un idiota, sin llaves y sin saber que hacer. Estaba avergonzado y se avergonzó aún más al ver que el auto de YoonGi seguía estacionado esperando a que entrara

Se sintió como un estúpido al recordar cuando le dio su mochila a su mejor amigo y solo sacó el celular.

El celular... ¡Eso!

Con deditos gorditos pero rápidos, marcó el número de Taehyung, comenzó a mordisquear su labio inferior y a mover su pierna derecha en un claro de signo de desesperación. Espero unos tres tonos más y contestaron.

-¿Chim Chim?- al otro lado de la línea se escuchó la voz gruesa de su mejor amigo y mucho ruido. Música y risas. Estaba de fiesta.

-Hola, Tae- respondió rápidamente.

-Mi minnie~- chilló el mayor y Jimin pudo confirmar que estaba borracho.-¿C-como estásh, amor? ¿Quieresh venir y hacerle c-compañia a tu TaeTae?- habló con dificultad debido a la cantidad de alcohol en su sistema.

-Es muy temprano para que estés tomando, Kim Taehyung- regañó el menor. Si bien sabía que Taehyung era un fiestero y adicto al sexo, odiaba que su hyung tomara a tan tempranas horas de la noche.- Ahora, ¿recuerdas que te di mi mochila?- recibió como respuesta un sonido de afirmación- Ahí están mis llaves y mis padres salieron- inhaló- ¡Estoy en la calle, Taehyung~!- chilló e hizo un puchero, aunque el mayor no pudiera verlo.

Hablar o intentar mantener una conversación coherente con un Taehyung borracho era ridículo, no tenia caso. De esa forma no conseguiría nada, pero tenía que intentarlo, no perdía nada.

Esperó una respuesta por parte de su mejor amigo, una que nunca llegó.

Demasiado alcohol, pensó. Suspiró rendido y cortó la llamada. No se preocupó demasiado por el, ya que cada vez que eso sucedía, Jungkook era quien iba a buscarlo y recogerlo para, posteriormente llevarlo a su apartamento. Al principio siempre era Jimin el que hacía esto, pero su cuerpo es mucho más pequeño que el de Kim y no tenía auto, por lo que era más difícil llevar a Tae y conseguir un taxi al altas horas de la noche, así que siempre tenía que recurrir a lo que menos quería; llamar a Jungkook en la madrugada para pedirle que por favor fuera a recogerlos.

Mientras tanto un confundido YoonGi miraba la escena de un pequeño Jimin desesperado e impaciente. Decidido a ayudar al menor, con lo que sea que necesitara, se bajó del auto y caminó rápidamente hacía el chico de cabellos plateados.

-¡Hyung!- Jimin sonrió apenado- ¿P-por qué no se ha ido aún?- bien, eso sonó mal.

-Te dije que esperaría hasta que entraras.- se cruzó de brazos mirando al más bajo con obviedad- ¿Por qué no lo haces? ¿Sucede algo?- ya estaba imaginando lo que sucedía. Ahora quería confirmarlo.

-D-dios...-murmuró con las mejillas encendidas- E-esto es vergonzoso- desvió la mirada y comenzó a hablar- Verá hyung, lo que sucede es que olvidé tomar las llaves de mi mochila y ahora no puedo entrar- finalizó con un puchero. El mayor soltó una risa ronca que hizo vibrar su pecho, miró a Jimin con ternura y diversión.

Ahora conocía otra pequeña parte de Jimin.

El chico era muy distraído, lo que lo hacía aún más tierno.

⭐⭐⭐

Esto es un milagro.

Estoy obsesionada con los Jimin's tiernos. Lo sé.

-❌V I R U S❌

Nᴏᴛʀᴇ ᴍᴜsɪϙᴜᴇ ɴᴏᴜs sᴀᴜᴠᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora