Dαɴcιɴɢ ιɴ тнe Mooɴlιɢнт [Tнree Sнoт]

Pᴀʀᴛᴇ ᴜɴᴏ

El castaño en toda esa semana pensó en cómo pedirle a la denominada chica de sus sueños, que sea su pareja para el baile.

El problema es que él era, por a sí decirlo, un nerd. Alguien que le iba excelente académicamente. Tenía muy buenas notas y se comportaba cómo un caballero. Socialmente era todo lo contrario.

Sólo tenía dos amigos. Si su gato contaba cómo uno. Las demás personas que le hablaban o se interesaban en él es por qué querían algún favor. Ya sea tarea o hacer trampa en un examen.

Por eso a veces le molestaba que su tío lo compare con su primo Patán. Él si podía tener a cualquiera o eso pensaba Hipo.

Hasta que observando sus actitudes descubrió que no era cierto. Cómo si su personalidad hiciera atributo a su nombre. Se comportaba cómo un completo patán. Y le a válido todos los golpes que le han dado.

Debía evitar usar la palabra 'Nena' o 'bebe' definitivamente. Si no quería que su cara termine con un moretón.

Al no ser muy sociable decidió escribir una carta breve y pegarla en el casillero de la rubia. Se ocultó y esperó a que ella aparezca.

Efectivamente Astrid a los minutos se dirigió a su casillero. Observó la nota, la tomó y le hizo un bollo de papel.

Ouch. Eso sí que dolió.

¡Ni siquiera se tomó el atrevimiento de mirar! Que desconsiderada se había comportado. No importa. Él seguiría intentándo.

Al llegar a su casa, dejó su mochila en el suelo y se sentó en el sofá.

Se escuchó un suspiro salir de su boca.

–¿Que debo hacer Chimuelo? No soy bueno con las palabras y menos si le debo hablar a ella de frente.– Le pregunto a su gato. Quien subió a su regazo y comenzó a acomodarse encima.

–¿Y si le envío un avión de papel? Estamos en la clase de matemáticas juntos. Generalmente el profesor no hace nada en la última media hora.– Siguió hablando sólo. Ya sabía lo que haría mañana.