Hipo llegó a su casa con una sonrisa en su rostro. Abrió su mochila y sacó un papel. Se podía divisar que decía ‘Ideas para invitar a una chica al baile siendo alguien tímido’.
Le hizo un bollo y lo tiró al tacho de basura. No sirvió de nada. Debía ser el mismo. Hablarle directo y no tirarle avioncitos o escribir una carta.
Escucho el maullido de su gato. Se acercó a él, se sentó en el sofá y dejó que el contrario se acomodara.
–Mi plan funcionó Chimuelo. Ella aceptó. Vamos a ir al baile juntos. No debí buscar consejos por internet. Mi creatividad y yo hicimos todo el trabajo.– Le contó el castaño al animal. Esté lo miró y siguió durmiendo.
–Bueno. El baile es mañana. Más vale que no me dejes llenó de pelos al cambiarme. Sabes que es una noche importante y debo estar presentable.– Le advirtió Hipo a su gato. Chimuelo lo miro con una ceja alzada. Se levantó y se dirigió a el patio.
–¿Que? ¿Te enojaste conmigo gato bebé? ¡Oh, vamos! Sabés que estaba bromeando.– Se levantó y tomó al gato entre sus brazos. Este le empezó a lamer la cara.– Iugh, Chimuelo sabes que ésto duele.– Aparta la cara del animal y lo deja en el suelo.
–Bien. Hora de pensar cómo decirle que me gusta... Creó que ya es obvio.– El gato pasó entre las piernas de su dueño, mirándolo. –Antes que me hagas caer, te daré de comer.–
Dos horas más tarde. Con el estómago lleno, abrió su armario y comenzó a elegir su atuendo para el evento.
Sabía que debía usar el pantalón y camisa de vestir que tenía. Junto a un saco. El tema era si a la rubia le gustaría verlo con una corbata o un moño.
Se vería como un bobo con lo segundo. Decidió entonces usar su fiel corbata verde. La que combina con sus ojos.
Recordó que debió preguntarle a ella que color sería su vestido, para a si elegir la orquídea que debía comprar.
No tenía su número y tampoco le gustaría buscarlo o pedírselo a alguien. Se sentía cómo un acosador. Debía tentar a su suerte y pensar por sí mismo.
Empezó a recordar cómo se viste Astrid. La ropa que usaba era de una adolescente normal. Nunca la vio usando colores pastel, rosa. Su estilo no era gótico, no vestía completamente de negro.
El blanco es algo que combina con todo. Además de tener un lindo significado. Un amor puro, inocente y duradero. Era lo que él quería expresar. Deseaba estar siempre con ella. Era un lindo detalle para demostrarlo.
Astrid Hofferson podría ser la chica más popular y ruda de la escuela. En el fondo era todo lo contrario. Le encantaban los detalles que el castaño le daba.
Esperaba que él la invitará a el baile. Si, sabía que era muy tonto esperar y no pedírselo ella misma. Sólo quería saber que intentaría. Era alguien inteligente y habilidoso. Sabía que la sorprendería. Y a sí fue.
Llegó a su hogar con una sonrisa en su rostro. Subió a su habitación y suspiró enamorada.
–Ay Tormenta. Tuviste que haber visto lo que hizo para invitarme a salir... Es tan original e único lo que hizo.– Le contó a su loro. Está sólo giro un poco la cabeza como si la estuviera escuchando.
Solamente dejaba que su mascota vea su verdadera personalidad. Una chica tierna, enamorada, testaruda. No esa chica ruda y rebelde que todos creían que era.
Miró su armario y saco el vestido que previamente había elegido para esa noche. Sacó unos tacones no tan altos y los dejo al costado de su cama.
Sonrió internamente por todo lo que había transcurrido ese día. Debía esperar hasta mañana a ver con qué otra cosa la sorprende Hipo.
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Dαɴcιɴɢ ιɴ тнe Mooɴlιɢнт [Tнree Sнoт]
FanficHιρo ᥱs ᥱᥣ tιρo ᥴhιᥴo ᥒᥱrd ყ Astrιd ᥣᥲ tίριᥴᥲ ᥴhιᥴᥲ ρoρᥙᥣᥲr. ¿Logrᥲrᥲ́ ιᥒvιtᥲrᥣᥲ ᥲ ᥙᥒ bᥲιᥣᥱ ᥱsᥴoᥣᥲr? [Lᴏs ᴅɪʙᴜᴊᴏs ᴜᴛɪʟɪᴢᴀᴅᴏs ɴᴏ sᴏɴ ᴍɪ́ᴏs. Cʀᴇ́ᴅɪᴛᴏs ᴀ sᴜs ʀᴇsᴘᴇᴄᴛɪᴠᴏs ᴀʀᴛɪsᴛᴀs. Qᴜɪᴇ́ɴᴇs sᴏɴ Lᴇғғɪᴇsᴀʀᴛ Y sᴀɪᴛʜᴇ ʜᴇʀᴏɪɴᴇ]