Capitulo 2

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Era mi primer día en la preparatoria, era un bonito día, el clima estaba perfecto, se oía el canto de los pájaros, llegaba un riquísimo olor a pan tostado, tocino. Me paree de la cama me bañe, me vestí y desayune mi rico desayuno, llegó el autobús, subí y llegue temprano al instituto. Pero a lo lejos se escuchaba un sonido extraño y cada vez se escuchaba más fuerte, hasta que me desperté y me di cuenta que todo había sido un sueño y era la alarma la que sonaba para avisarme que ya era muy tarde; me levante rápido, tome mi ropa y mi toalla, me fui corriendo al baño, me bañe lo más rápido que pude, me cambié y no tuve tiempo de desayunar.
El autobús ya se había ido, tuve que irme en mi bicicleta hasta el instituto, para mí suerte  no llegue temprano ni tarde. El problema es que no conocía a nadie, no sabía nada sobre ¿ dónde era mi salón?,¿ que clase me tocaba?, por ir caminando muy distraída en el pasillo , termine chocando con un chico alto, güero, ojos azules, delgado pero fuerte;
-hola, perdón no me fijé por dónde iba
-no te preocupes, ¿eres nueva, cierto?
-sí...
-¿necesitas ayuda? Puedo guiarte a tu salón
- sí, por favor
-por cierto, soy Jonathan y tú eres...?
- soy Evangelina
-mucho gusto, bien vamos a tú salón
-sí
-mira, aquí es
-gracias por guiarme a mi salón
-no fue nada, nos vemos luego, ¡adiós!
-¡adiós!
Entre al salón, me senté y empecé a sacar mi cuaderno y un bolígrafo, y lo necesario para la clase; al lado mío estaba un chico de lentes, delgado, de ojos verdes, era algo raro e incómodo ya que no dejaba de mirarme, hasta que yo voltee y el agacho la cabeza. De pronto llega la maestra y se presenta con nosotros y empieza a dar su clase de álgebra.
- Para comenzar a evaluar en esta primera semana van hacer un proyecto en parejas-dijo la profesora Clara
Minutos después de que la maestra nos explicara sobre de que iba a tener que ser el proyecto, suena el timbre. Mientras voy caminando hacia la cafetería, se me acerca el chico de lentes que me miraba mucho en clase de álgebra.
-Hola, mucho gusto soy Justin
-Hola, soy Evangelina
-Evangelina, que bonito nombre
-gracias
- ¡O! cierto venía a preguntarte ¿que si te gustaría y claro si es que tú quieres ser mi pareja para hacer el proyecto de álgebra?
-sí, claro
-genial!, ¿dónde nos reunimos para hacer el proyecto?
-Mmm, no lose, ¿dónde te gustaría reunirnos?
-¿ te parece si en mi casa  a las 3:00?
-si está bien, te pasó mi número y al rato me pasas tu dirección por mensaje
Justin y yo nos sentamos juntos en la cafetería, estuvimos hablando un rato, la verdad es que tenemos muchas cosas en común. Minutos después suena el timbre para entrar a clases. Íbamos caminando en el pasillo cuando de pronto Jonathan tira a Justin con el hombro y le tira todos sus libro, varias personas se empezaron a reír; yo me agaché para ayudarlo a recoger sus libros.
-uy Perdón no te vi cuatro ojos- le dice Jonathan a Justin
-oye! deberías de tener más cuidado y más respeto-le conteste a Jonathan
-¿disculpa? Un segundo tú eres... a sí Evangelina, oye no me digas que lo estás defendiendo, míralo nada más es todo un...
-oye mira no quiero escucharte más criticarlo, ni lo que tienes para decir, creo que no tener respeto hacia las personas no te ayuda en nada, y por cierto su nombre es Justin no cuatro ojos-interrumpí a Jonathan
Justin y yo nos damos media vuelta y nos vamos hacia el salón. En la salida Justin me agradeció por haberlo defendido.
Cuando llegue a mi casa deje la bicicleta y después entre.
-hola-me dijo mi madrastra
-hola
-oye¿quieres comer?
-sí por favor
-Jajajaja, solo te pregunte que si querías comer, no te dije que te hice de comer
La verdad aveces pienso que es una madrastra pero como las que salen en los cuentos, ósea crueles, feas y groseras.
Subí a mi habitación, tire la mochila, me metí a bañar, después me puse unos jeans, una blusa, una blusa y unos converse; tenía que estar lista para ir hacer el proyecto a la casa de Justin a las 3:00, cheque mi reloj y eran las 2:30, así que baje, salí de la casa y me subí a mi bici y me fui a casa de Justin.

Por última vez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora