Johnny

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Viernes 10 pm

La risa de la adolescente Storm se oía desde afuera, al igual que la de su padre, Johnny Storm.

Jess: Y golpeé a Ethan con la pelota por reírse de Mel. Terminó en enfermería. -Rió a carcajadas junto con Johnny.-

La puerta de la casa sonó tres veces con fuerza, quien sea que estuviera afuera se encontraba enojado.

X: Jonathan abreme la puerta, ¡Ahora!

Jess: ¿Tú le dijiste que estaba aquí?

Johnny: No, claro que no. Soy idiota pero tanto como para decirle a tu madre que estás en mi casa y no en la suya.

Johnny caminó hasta la puerta y la abrió dejando ver la cara de Lucía, madre de la adolescente. Estaba enojada, mojada y llorando.

Lucía: ¡Pudiste avisarme que ella estaba acá Storm! -Lloraba.-

Jess, su hija, no había llegado a casa esa tarde, al principio no le llamó la atención, a veces se iba a lo Mel, su mejor amiga. Pero se dio cuenta de que esa no era la ocasión.

Iba por la calle cuando se encontró con Melanie, pero, a su lado ella no estaba, su hija no estaba con su amiga.

Al instante su preocupación cayó, tan fuerte como la lluvia que la empapaba. Busco a Jess por todos lados, fue a lo de sus otros amigos, a lo de sus abuelos, a lo de su tía, al parque, al colegio. La llamó mil veces y a su expareja, Johnny Storm también. Ninguno respondió. Entonces se dió cuenta. Y su preocupación se volvió enojo. ¿Cómo no le había avisado que tu hija estaba con él? ¿Por que ninguno respondía?

Lucía: Casi me muero cuando me encuentro con Melanie y me doy cuenta que no estabas con ella. ¡Te llamé mil veces y no respondias! ¡Te busqué por todos lados Jéssica! Incluso fui a lo de Sue.

Al escuchar el nombre de su hermana Johnny se dió cuenta de que tenía razón, había sido un irresponsable al no avisarle que su hija se encontraba en su casa.

Johnny: Lucía lo lamento. -No lo dejó terminar de hablar que lo interrumpió.

Lucía: Jamás te prohibí verla, me adapte a tus horarios, deje que estuvieras en mi cumpleaños porque ella me lo pidió, incluso después de que me engañaste, ¿Así me lo pagas? ¿Por qué siempre termino creyendo que cambiarás? ¿Por que pienso que maduras? ¿Que serás diferente? ¿Que entenderás que ya no eres un niño? -Decía con rabia y llorando aún más.-

Johnny se quedó helado mientras la veía llorando frente a él. Jamás se lo había dicho pero ella siempre fue y será su debilidad, y verla llorar lo mataba. No sabía qué hacer, quería correr a ella y abrazarla, pero sabía que no lo aceptaría. No era la primera vez que arruinaba las cosas. Dió un paso en dirección a la chica castaña de ojos verdes, pero se detuvo al volver oír nuevamente su voz.

Lucía: Te odio Storm.

El corazón se le estrujó. Pero él no tenía idea que esas palabras, a ella le pesaban de sobremanera, aún lo amaba, como la primera vez. El destino nunca jugaba en favor, y menos la noche en que lo vió ligando con esa rubia, con Debby, su ex mejor amiga. Para eso Jess no había nacido, estaba en camino y ambos lo sabían. Le dolió ser quien se fuera para no volver. Meses después Johnny apareció en su casa y le juró que sería el mejor padre de todos, pero que no quería estar a su lado.

Lucía pensó en su hija. Lo aceptó, la idea de verla crecer a su pequeña preguntando por su padre la mataba. Le dolía verlo para cada fiesta familiar con una chica nueva, verlo besarlas. Mientras Johnny intentaba no romperse cada vez que le veía sonreír y no ser su razón, o ponerse mal y poder correr a abrazarla, buscaba un indicio en ella de querer estar con él. Pero la frialdad hacia su persona le demostró lo contrario.

One Shots Chris EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora