Nº17: Volver a la vida

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Todos en Kattegat se encargaron de darme la bienvenida mas cálida posible. Al parecer mi desaparición y presunta muerte había sorprendido a todos y estaban felices de verme nuevamente.


No puedo dejar de pensar en mi pueblo, Arne y todos los que perdí.


- Iré a ver a Floki ¿Vienes?- pregunta Bjorn a mi lado. 

Ambos nos encontrábamos aún en la mesa disfrutando del festín que habían montado en mi honor. 

Antes de ir junto a Bjorn, Lagertha me da algo de ropa para sentirme mas cómoda.

Unos viejos pantalones de ella, una camisa de lana y una faja de cuero para completar el conjunto. Tomo mi cabello con una lazo de cuero que deja al descubierto mi cuello y parte de mis hombros.


Caminando por el bosque, noto como Bjorn de vez en cuando desvía su mirada hacia mi cuello, intentando disimular.


- Me las hizo Rollo- digo rompiendo el silencio apuntando a las grandes cicatrices que  recorren mi cuello de un extremo a otro.

- ¿Que quería obtener contigo encerrada?

- Quería la ubicación de mi reino, someter a mi gente y comenzar una alianza- digo y paro en seco cuando llegamos cerca de la casa de Floki y Helga.

Bjorn al notar mi duda y nervios pone su mano en mi espalda y da unos toques para alentarme. Entra primero y lo oigo hablar.

- Les traigo una sorpresa- dice y se voltea a mirarme para que entre en la casa.

La primera persona en verme es Helga, quien sorprendida aún se acerca a mi y toma mi cara entre sus manos. 

- Por los dioses, estas con vida- dice para luego darme un cálido abrazo. Correspondo ante su gesto y sonrío al ver su tierna reacción. 

-Siempre lo supe, los dioses me dijeron que seguías con vida- dice Floki acercándose con las manos en alto.

- Y como siempre Floki, estuviste en lo correcto.

Floki lleva su mano derecha hacia mi frente y hace un extraño gesto con ella.

- Bienvenida niña Brynja- dice sonriendo.


Después de un rato hablando con ambos, Helga nos ofrece a Bjorn y a mi quedarnos a comer. 

Acompaño a Helga a buscar leña para el fuego fuera de la casa, cuando esta rompe el silencio.


- Esta en el río- se limita a decir dirigiéndose a la casa y la miro confundida. Antes de que desaparezca en el umbral termina de hablar.

- Ivar esta en el río.


Dudo por unos instantes si debo ir o no, y por un momento no lo noto pero me encuentro caminando en la dirección que me dijo Helga. 


Cuando llego lo veo, Ivar sentado en una roca con la mirada perdida en la nada, me acerco sigilosamente sin que el se de cuenta y cuando estoy lo suficientemente cerca de el aclaro la garganta para anunciarme. 


Ivar voltea y no logro descifrar lo que transmite su mirada, parece enojado como siempre, sorprendido y triste en algún punto.

- Hola Ivar- digo mirándolo a los ojos.

 Este se voltea para tenerme de frente y noto como se ayuda con una muleta, miro sus piernas que están envueltas en metal, una especie de prótesis por encima de sus pantalones. Sin mucho esfuerzo se pone de pie y por primera vez puedo notar lo alto que es.

- Ivar yo l...  - no logro terminar de hablar y siento como  me rodea con su brazo derecho. 

- ¿Eres tu?- pregunta con su cara entre mi cabello.

- Lo soy, estoy aquí- respondo y lo rodeo por la cintura con ambos brazos.

Nos quedamos en la misma postura por varios minutos hasta que Ivar pone distancia entre ambos y examina mi rostro.

Sus intensos ojos azules recorren mi rostro con lentitud hasta detenerse en mi mirada.

- Te creímos muerta todo este tiempo- dice  sin dejar de mirarme fijamente.

- Eso me han dicho- logro decir intentando desviar la vista de la atenta mirada de Ivar. 

Ya había olvidado lo intensa que es.

Su mano derecha recorre desde mi sien, baja por mi pómulo y se detiene en mi mentón donde se queda un momento. 

Su toque logra relajarme, justo lo que necesitaba ahora. 

Siento como pega su frente a la mía y mantiene los ojos cerrados.

- No desaparezcas de nuevo- dijo y no sonó autoritario, somo mas bien como una petición.

Una petición que estaba dispuesta a cumplir. 

En ese momento me prometí disfrutar de mi vida como nunca. Si los dioses me dieron la oportunidad de volver con mi gente, mis amigos, a mi tierra, aprovecharía cada oportunidad de hacer momentos únicos. Dejar a un lado la desgracia que sigue mi vida, la maldición que tendré por siempre y vivir cada día como el ultimo. 



Un Viaje Eterno (Vikings) Ivar LothbrokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora