Te echo de menos
En las mañanas cuando quiero escribirte
Buenos días
Te echo de menos
Al llegar al trabajo y esperar tu saludo
Te echo de menos
Al buscar la forma de textearte y saber cómo estás.
Te echo de menos
Cuando llega la hora de comer y no puedo decirte buen provecho.
Te echo de menos
Cuando escucho tus canciones y no puedo compartirlas.
Te echo de menos
Al caer la tarde y no saber cómo te fue el día
Te echo de menos al acostarme y no poder despedirme de ti.
Te echo de menos
Pero solo te echo de menos 25 de las 24 horas del día y si el día tuviera 900 horas entonces te echaría de menos 1000.
Te extraño.
Por: Ramon Calderón