Reto: 10 días de OTP 》海城

Día 4: En una cita

Era su primera cita después de haber establecido una relación sentimental. Jounouchi tenía los nervios a flor de piel, aún no podía creer que estaba saliendo con Kaiba, el chico al que se sentía atraído desde hacía un par de años. Y lo mismo para el joven CEO, nunca pensó que acabaría con Jounouchi. Es más, nadie se lo esperaba, pues esos dos pasaban la mayor parte del tiempo provocando al otro.

¿Quién iba a decir que detrás de esas peleillas se escondía algo más?

Ninguno de los dos había salido con alguien antes, por lo que no tenían ni idea de qué hacer. Jounouchi caminaba de la mano con Kaiba por el centro de Domino, en total silencio, pensando a dónde podrían ir. Despegó la vista del suelo y se encontró con la fachada del BurgerWorld a su derecha.

—Oye, Kaiba, tengo algo de hambre. ¿Vamos a comer?— Sugirió señalando a dicho restaurante.

—¿Ahí? Ja, con razón eres un mediocre. — Kaiba rio, a lo que el rubio rodó los ojos y le miró molesto. —No te pongas así, Katsuya. Anda, vamos.

Jounouchi cambió a una expresión de júbilo y se aferró a la vera de Kaiba mientras se dirigían al lugar.

Ya dentro, a pesar de ser hora punta, tuvieron la suerte de coger una mesa libre. Kaiba detestaba con todo su ser aquellos sitios, y aún más por lo llenos que solían estar. Pero si se trataba de satisfacer a Jounouchi, se arriesgaría, incluso se ofreció a ir a pedir la comida.

Mientras Jounouchi esperaba, repasaba mentalmente lo que había hecho con él aquella mañana. Esbozó una sonrisa al pensar en la gentileza con la que le había tratado, dejando a un lado las burlas que soltaba. Aún así, aquello le hacía rebosar de felicidad. Siempre supo que Kaiba poseía un lado tierno.

Kaiba se acercó a la mesa con la bandeja y se sentó frente a Jounouchi.

— Aquí tienes. Una para ti y otra para mí. — Dijo estoico - nada fuera de lo normal - colocando la comida en la tabla. Seguido, miró extrañado a Jounouchi. — ¿Qué pasa, que sonríes tanto?

Su pareja rio leve ante su pregunta.

— Nada, que te quiero.

El castaño quedó paralizado por una milésima de segundo y desvió la vista.

— ¡Ah!¡No me digas que te has puesto nervioso!— Dijo Jounouchi zarandeando, tratando de ver el rostro de Kaiba.

—¡No es eso!— Replicó, exponiendo su leve rubor.

Click

Jounouchi sonrió de oreja a oreja en cuanto capturó con la cámara de su móvil aquello.

—¡Katsuya!¡Ya puedes ir borrando eso!— Exigió el CEO avergonzado.

—Lo haré... Si me das un beso.—Jounouchi guiñó su ojo coqueto.

—Mhm. Después, que no he gastado dinero para que esto se ponga malo. — Dijo agarrando su hamburguesa. El rubio rio entre dientes y se dispuso a comer.

Tal vez no fuera una cita del todo romántica, pero Jounouchi no podía pedir más. Tenía a su chico perfecto frente a sus ojos, y eso le bastaba.