Existió en el antiguo Japón una época, en donde era prohibido y hasta condenado aquel demonio o Daiyokai que tuviera relación alguna con un humano, pues su unión era algo aberrante y censurado en la sociedad. En dicha época, en donde la búsqueda del...
Masahiro, Shiro y Hotaka seguían a Lord Sesshomaru por el sendero de regreso a las tierras de Hokokuji, con gran velocidad los cuatro grandes guerreros corrían y hasta daban grandes saltos en peñascos profundos y terroríficos para llegar cuanto antes, pero Sesshomaru, aunque angustiado estaba, notó que sus guerreros lo seguían..
— ¿A dónde creen que van? — Preguntó sin detener su paso mientras los miraba sobre su hombro derecho. Sesshomaru había estado sumergido en sus pensamientos por varios kilómetros, necesitaba llegar lo más rápido que le fuera posible a las tierras de Kamakura, por ello no había prestado atención a lo que sucedía a su alrededor. Hasta ese momento notó que sus 3 discípulos lo seguían.
— Mi señor... permítanos acompañarlo — Contestó decidido Masahiro mientras daba un salto entre algunos arbustos.
— De ninguna manera, su deber es encontrar a Sōna.
— Pero, mi señ...
— No me hagas repetirlo, Masahiro!!!
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Fue lo último que se escuchó decir al gran perro demonio antes de agilizar su paso y perderse entre la oscuridad del bosque de pinos y el sendero que lo llevaría a Hokokuji.
Por otro lado, Masahiro detuvo su andar y con él los grandes líderes de las tierras del oeste también dejaron de correr, se dedicaron a observar al amo, dejandolo continuar con su camino, solo, siendo obediente a su orden.
Shiro miró a Masahiro con una expresión de preocupación.
— Algo no anda bien, Masahiro-sama.. — Las facciones en el rostro de Shiro se habían endurecido — ¡Sabes tan bien como yo que no podemos permitirnos el no acompañarlo! — su voz estaba cargada de furia y frustración.
— El amo ha hablado — continuó ignorando por completo a su hermano — ¡Andando!
Ordenó Masahiro. Los guerreros se regresaron por el sendero camino al pico del monte de las animas, a continuar la búsqueda de Sōna, pero, los pensamientos de los grandes guerreros del clan Inu estaban completamente dirigidos a un solo suceso: La explosión. Ese despliegue de energía no era normal, algo importante y a su vez desastroso debía haber sucedido para lograr que Lord Sesshomaru volviera sobre sus pasos a las tierras de Hokokuji.
— Vamos, perderemos la diversión de encontrar a Sōna! — Bromeó Shiro tratando de calmar el mal momento.
— ¡Dejate de tonterias Shiro! — Contestó Hotaka muy severo — Nuestra prioridad es esa perra, ¡Esta vez Sesshomaru no tendrá piedad de ella! — Su tono había cambiado. El futuro que le esperaba no era el más alentador y pese a su traición, se trataba de su hermana menor después de todo.
