Prólogo

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      Un día más, un maldito... día más. No quiero saber nada de nadie, la vida apesta, quisiera que esto terminara de una vez, tan solo detener el tiempo y empezar de nuevo, pero no puedo. Me siento usado, débil, un completo estúpido, un juguete que solo sirve para una vez y queda en el olvido.

      Estoy solo, tirado en mi cama sin ganas de nada, llorando cada 5 segundos, sin querer ver a los demás, quiero estar aislado, solo como siempre estaré.

      Intento levantarme pero... qué caso tiene, volver a la misma mierda de siempre para qué, no existe nada que me haga querer hacerlo, tan solo necesito estar aquí y dormir, dormir por el resto de tiempo, dormir y jamás despertar ¿será posible?, recuerdo ese día, este estúpido día y las pocas ganas que tenia de seguir adelante se esfuman por completo.

      — Liam no puedes segur así, llevas 3 días y ni un bocado te has comido— dice mi mamá tratando de abrir la puerta de mi cuarto.

      —Ni intentes abrir que tiene seguro y no pienso quitarlo.

      —Hijo por favor habla— se escucha angustiada—quiero ayudarte, pero necesito que pongas de tu parte.

      —Por favor déjame solo ¿quieres? —respondo y ella solo suspira y se va, volviendo a estar solo, ya no es novedad.

      Recuerdo aún como si hubiera sido ayer, el día que lo conocí. Esos ojos perfectos me miraban, esa cara que podría mirar todo el día sin aburrirme, su sonrisa perfecta, su voz que hacía que la piel se me enchinara de lo hermosa que era. Recuerdo cada segundo desde el inicio de todo.

A primera vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora