VI

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Nuevo día, un bonito amanecer y otra cita con el chico de cabellos rizados ¿será que Jacob considera esto como citas? Preguntas así me hice durante la mayor parte de la noche, procuro romper las esperanzas que me doy, aun no sé mucho de él, a pesar de sentir algo fuerte hacia él, nada me asegura conseguir algo serio, más sin embargo todo pinta a que será un grandioso día, lleno de felicidad.

      Voy directo al baño. Unos cuantos minutos me bastan para arréglame con unos jeans ajustados que llegan hasta el tobillo en color blanco, tenis y una playera ambos en color negros, me peino como de costumbre alborotando un poco mis cabellos. Estoy listo para este día, para seguir adelante con mi vida, para ser feliz. Anoche no volví a tener el sueño, me imagino eso es un progreso.

      De la manera más calmada y alegre bajo al comedor. Tengo un poco de hambre, quiero aprovechar para desayunar un poco y no morir de hambre en la escuela para la hora en que vaya a almorzar. Me encuentro a mi mamá preparándose algo bastante rápido, al parecer a ella ya se le hizo tarde, me mira de rejo y me saluda.

      —Hola mamá —le sonrió y se saca de onda.

      —¿Hijo estás bien?

      —Si, bastante bien diría yo —se acerca y me da un abrazo, sabe la razón, ayer me vio llegar brotando felicidad y le tuve que explicar, solo me dijo que tuviera cuidado, que no quería que me volvieran a lastimar, a lo que yo conteste que no había problema, que había entendido la lección, aunque a decir verdad me sigo .

      —No sabes como me alegra verte así —otra vez suelta un par de lágrimas, no me gusta saber que mi mamá sufre por estupideces mías, trato de tranquilizarla y solo me estruja más en el abrazo.

      —Madre puedes estar tranquila, todo estará bien lo prometo —bueno eso si el me corresponde me digo en la mente.

      Me despego del abrazo, tomo un poco de cereal y leche para desayunar algo rápido. Veo la hora, todavía tengo tiempo, así que como relajado y sin prisas. Aprovecho para mandarle un mensaje a Jacob

      Hola Jacob, soy Liam, este es mi número.

      No tarda mucho en contestar respondiéndome con un "ok para registrarte, nos vemos en un rato en el comedor". Vuelvo a sonreír, esa típica expresión de cuando estás enamorado se presenta en mí. Antes de que se me haga tarde y después de haber terminado mi cereal, tomo mi mochila y salgo de mi casa. El día está bastante soleado, a pesar de ser las ocho de la mañana se siente calor, pero es soportable, incluso hay brisa fresca, haciendo que el clima sea de lo mejor, me transmite actitud. Me coloco mis audífonos, y con la canción que se reproduce mezclado con el clima traigo una actitud hace tiempo no presenciaba.

      Entre canciones y pequeños saltitos que daba por la felicidad llego a la escuela con la sonrisa más grande que he tenido en toda mi vida. Me dirijo a mi casillero por un par cuadernos para mis clases, una vez los tengo los echo a mi mochila y me voy a mi salón. Recorro los pasillos llenos de alumnos, unos aventándose que logran empujarme un poco, más sin embargo nada detiene mi felicidad, este sentimientos es más grande que todo lo malo que me pueda rodear.

      En cuanto llego al salón veo al maestro en su escritorio, aun no empezaba la clase por lo que me pasé sin problema alguno, busco mi asiento favorito, coloco mis cosas en él y al momento suena el timbre marcando el inicio de clases.

      Un par de horas más tarde salgo de la escuela, las clases terminaron así que vería a Jacob en la entrada principal como siempre, esta vez no lo vi en el comedor, le mande un mensaje preguntándole si había venido al colegio, recibí un sí de respuesta pero que estaba en la biblioteca preparando un proyecto importante.

      ¿Emocionado? La verdad si, estaba muy emocionado, es algo raro, a pesar de ya estar con él en días, cada que sabia que lo iba a ver me emocionaba más, mi sonrisa de estúpido enamorado nos se me borraba. Y verlo ahí, sentado, esperándome, con su cabello que me vuelve loco, sus ojos brillando por el reflejo de la luz del sol, con ese aroma característico de él, simplemente él es perfecto, algo me dice que él es lo que yo buscaba.

A primera vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora