Abril 18

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"¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros."
Hechos 7:51

Desde tiempos memorables, en las escuelas siempre se da el caso de la falta de atención a las clases. Me incluyo, yo era una de esas personas que no ponía atención a las clases, y no porque estuviera hablando, simplemente divagaba en mis pensamientos.

¿Qué caso tiene ir a la escuela sí no pondrás atención a las clases? Sólo está tu cuerpo pero no tu mente.

¿Será que el hecho de a ver asistido a clases haga que pases el exámen a la Universidad, trabajo, etcétera? No.

En la iglesia pasa exactamente lo mismo.

Hay personas que frecuentan las reuniones, sin embargo, mientras está la reunión platican con el resto de personas, o como yo antes en al escuela, divagan en sus pensamientos.

¿Será que sirve sólo frecuentar la iglesia? ¿Eso nos va a salvar? No.

¿Cómo que DIOS podrá trabajar en nuestra vida sí ni siquiera préstamos oídos a lo que él quiere decirnos? Así es imposible.

Una de las cosas que impide el bautismo con el ESPÍRITU SANTO es eso, la falta de atención a su voz, y sobre todo, la falta de obediencia. Porqué claro, no se puede obedecer sin a ver escuchado antes ¿No?

Inconscientemente estamos cerrando nuestro corazón al ESPÍRITU SANTO, impidiendo el bautismo.

Desafío:

¿Usted ha sido una persona así? Cambie eso a partir de hoy, sí usted quiere, claro.

Comience a dar oídos a lo que DIOS le está hablando, pero sobretodo obedezca a esa voz. Porqué tampoco sirve oír y no hacer, eso sería tener conciencia, sin embargo, no obedecer.

No se llene de conocimiento solamente, sino también de experiencias a través de la obediencia.

No cierre su corazón para el ESPÍRITU. Permita su propio bautismo.

En la fe.

Medite en este mensaje, haga el desafío y deje sus comentarios... NADIE ES OBLIGADO, es decisión propia.

365 días con DIOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora