Sacrifice ( diabolik lovers y tú)

CAPITULOIII: PRIMER ATAQUE

CAPITULO III: PRIMER ATAQUE

Habia odiado la escuela, de cierto modo las clases habían sido entretenidas, aunque el hecho de que habia sido educada en casa le daba cierta ventaja, estaba un poco adelantada al curso, pero todo se desmorono cuando pasaba por medio de los pasillos en el cambio de clases, Subaru se habia saltado las siguientes asignaturas y la habia dejado sola, asi que tuvo que pasar entre sus admiradoras celosas ella sola, fue horripilante

Cuando estaba de camino a la salida, supuso que los Sakamaki ya estarían esperándola en la limosina, se detuvo unos instantes al ver a lo lejos cierta cabellera castaña... ¿seria?

Intento dar un paso mas adelante para desmentir sospechas, pero una mano en su hombro la detuvo

--Bitch-chan se esta tardando mucho—Raito sonreía soncarron—Reiji te castigara si no llegas a tiempo, no le gusta que lo hagan esperar

Mei se sonrojo levemente

--l-lo siento, crei haber visto a alguien conocido—miro hacia el pasillo, pero la cabellera castaña ya se habia desaparecido –debio ser mi imaginación

--ohhh, Bitch-chan es demasiado extraña—se acerco a su oído—me gusta

Ella se aparto de inmediato

--m-mejor vamos a la limosina

Caminaron en silencio hasta la salida, donde ya el resto de los Sakamaki les esperaba, Reiji y Subaru parecían de muy mal humor

Mei suspiro y entro en el lugar sentándose entre Shuu y Kanato

--mañana tomaras el dia que te prometimos—habloa Reiji en un tono demasiado frio

--¿tan pronto?—cuestiono confundida

--necesitas ropa—respondio impacible—uno de nosotros te acompañara

Ella simplemente asintió, en el fondo se sintió agradecida, no podía vivir solo con aquel vestido manchado y su uniforme de escuela

Cuando llegaron a la mansión, Reiji le indico que le habia dejado una muda de ropa en su habitación

Extrañada entro en su cuarto y miro con extrañez el sueter rosa y el short. ¿antes vivía otra chica allí?

No le dio mucha importancia y se cambio, tal como habia imaginado, le habia quedado pequeño, demasiado apretado, ¿Qué era? ¿ropa de niña?

Suspiro resignada, de cualquier forma podría aguantar hasta mañana, se preguntaba cual de ellos le acompañaría

Cuando iba a entrar al baño dejo caer una exclamación al ver al pelirrojo frente a ella con una sonrisa de suficiencia

--Ayato—susurro retrocediendo un poco

La sonrisa del mayor se desvaneció en cuanto vio la ropa que tenia puesta, incluso parecia molesto

--Ore-sama quiere tu sangre—añadió neutral

Mei se paralizo en su lugar, sintiendo como el pelirrojo le acorralaba contra la pared, intento mantener la calma, y cerro los ojos. "respira... respira..."

Tenia que mantener la parte del trato, no iba a negarle su sangre, despues de todo, ellos eran mas fuertes, asi que la tomarían con o sin su consentimiento. Por lo menos asi podría ganar algo

El pelirrojo sonrio al verla tan quieta, temblando levemente, era una vista sumamente excitante.

Con su mano derecha retiro con delicadeza el cabello azabache del cuello, y lo observo por unos instantes, tan blanco y sin una sola cicatriz y pensar que seria el primero en pensarlo

--recuerdalo—se acerco a su cuello, ella se estremecio al sentir su respiración chocar contra su piel—Ore-sama siempre será el primero...-- sonrio de medio lado—en todo

Antes de que pudiese decir nada, los colmillos del chico ya estaban perforando su piel. La sensación era extraña y un tanto dolorosa pero no tanto como pensó, era soportable, lo que le inquietaba era la sensación de succión, sentía que su sangre abandonaba su cuerpo de manera rápida

Ayato se alejo de ella sorprendido

--que extraño—susurro relamiéndose los labios—esta sangre...

Sin darle tiempo de nada mas volvió a clavar sus colmillos en la blanca piel, esta vez con mucha mas fuerza, Mei retuvo un chillido, le dolia mas, y el punzante dolor parecia no querer desaparecer

--A-Ayato...-- susurro Mei, sentía que le pesaban los parpados

El pelirrojo parecio no escucharla, ya que siguió en su labor, tomándola con fuerza de la cadera, acercándola mas a el, disfrutando de cada gota

Era deliciosa

Mei cerro los ojos lentamente, el dolor ahora parecia un espejismo... se dejo llevar por la oscuridad

(...)

--oe—Ayato le miro molesto—aun no estoy satisfecho

Ella no se movio

Miro por segunda vez las prendas que portaba, se veía ridícula con ellas, el sentimiento nostálgico lo envolvió, ellas no se parecían en nada pero ver a Mei con aquellas ropas, le hizo recordar... recordarla a ella

Molesto la tomo en brazos dirigiéndose a aquel lugar

La miro por ultima vez, dirigiéndose ante la enorme piscina

Sonrio de medio lado, eso seria divertido

Sin ninguna delicadeza la lanzo, como si se tratara de un mero adorno. La miro impacible al rato que empezaba a chapalear intentando salir del agua, le gusto la mirada que le dio desde el otro extremo de la piscina

Miedo

No tardo mucho en salir del agua, completamente empapada y con la respiración irregular, pensar que le iba despertar de manera tan agresiva sin detenerse a pensar que en si el era el culpable de su estado tan lamentable

Lo miro molesta tiritando de frio

--asi no es divertido—se quejo

¿acaso esperaba que se ahogara?

Una cosa era permitirles que bebiesen de ella, y otra cosa era que la lanzara a una maldita piscina para ver si se hundía

Miro sus ropas mojadas y el leve jadeo que soltó

Su mirada sombria la hizo retroceder

--esto se me hace asquerosamente familiar—soltó con odio y disgusto

La tomo con fuerza de la muñeca para elevarla ha su altura, la acerco a el sin importarle sus ropas mojadas y con un fuerte agarre mordio su cuello sin ninguna contemplación y mucho menos con suavidad

Mei soltó una exclamación de sorpresa y dolor. El mayor succiono con poca delicadeza, cuando al fin se retiro un hilo de sangre bajaba por la comisura de sus labios, la soltó con brusquedad observando neutral como caia sin mucha fuerza al suelo, llevándose la mano a la zona afectada intentando parar la sangre

--Ayato...--susurro ella temerosa al ver que no apartaba la mirada de ella

--nos encariñamos una vez con una presa—dio media vuelta—creeme que no cometeremos el mismo error

Lo vio alejándose, preguntándose a que se referia... poco a poco entrelazaría cabos