Las Crónicas de Godsfall (The Godsfall Chronicles) libro 1 - The Wastelander

Capítulo 75 - Morimos juntos

La reina no venía. Estaba demasiado ocupada tratando de salvar su propia vida.

Estaba siendo perseguida por dos de los lugartenientes del demonio, tres asesinos de avanzada, la mayor parte de su ejército barredor y su aeronave mortal. Podría haber dos de ella y todavía estaría demasiado débil para enfrentarlas a todas. Su situación no era mejor que la de Cloudhawk, y cada segundo que pasaba era una marcha hacia la muerte. Solo tuvo que disminuir la velocidad por un momento, su suerte tenía que ceder solo una vez, y sería golpeada.

La única opción de Cloudhawk era cerrar los ojos y esperar la muerte.

Pero entonces sucedió lo impensable.

El momento antes de que el martillo de Artemisa alcanzara la cara de Cloudhawk, su mano se sacudió, extendiéndose un poco más. Sintió que le rozaba la mejilla antes de pasar.Luego, con un sonido parecido a un trueno, su martillo golpeó a Stranger Black en el centro de su pecho.

¡¡Auge!!

Cloudhawk pudo escuchar cómo se rompían sus huesos y sus órganos se desgarraban. La espalda del mutante se hinchó hacia afuera cuando todo fue empujado fuera de lugar. Se movió por el aire a más de treinta pies, girando como una cometa rota antes de romperse por un lado de un edificio.

Todo había sucedido tan repentinamente. Los ataques de Artemisa estaban destinados a matarlo, sin duda. Ella no había retenido nada. ¿Quién hubiera pensado que ella lo perdonaría en el último instante? ¿Cómo podría alguien sospechar que giraría su martillo contra el secuaz del demonio?

¿Qué demonios estaba pasando por la cabeza de esta mujer?

Como si ella leyera su mente, le dio una respuesta frívola. "¡Cambié de opinión!"

¿Qué tipo de jodida razón fue esta? Esta mujer era inestable!

Pero fue su elección caprichosa la que tomó al mutante por sorpresa y no le dejó ninguna posibilidad de esquivar. Era la única forma en que ella se habría acercado lo suficiente para golpearlo, y mucho menos tumbarlo con un golpe tan bueno. Artemisa había parecido descuidada, hasta el momento en que se reveló una oportunidad única en la vida.

"¡Este feo roedor se vuelve loco por la mierda!" Artemis estaba muy contenta consigo misma."No puedo soportar a las personas que piensan que son tan inteligentes, que intentan joderme la cabeza".

Hmph, estás tan lleno de mierda. Si tu martillo me hubiera convertido en pulpa, estarías cantando una melodía diferente. Cloudhawk no se hizo ilusiones, las lealtades de esta mujer cambiaron con el viento. Ella no era alguien en quien pudiera confiar.

Su cabeza era un desastre, trató de poner sus pensamientos juntos. Ahora que Artemisa había enviado al hombre en un vuelo negro, ella había quemado el puente que pretendía ofrecerle. Aunque Cloudhawk no podía entender lo que pasaba por su mente, en este momento ella era la única en la que podía confiar.

Ella se colgó el mazo sobre el hombro y parpadeó. "Bueno, ¿qué diablos estás haciendo?"¡Vamonos!"

"¿Ir?" Cloudhawk dejó escapar un pequeño suspiro, si solo su enemigo fuera tan fácil de derrotar. "¡No sabes una mierda sobre estos chicos!"

Ella inclinó la cabeza y lo miró inquisitivamente. "¿Qué quieres decir?"

Antes de que pudiera responder, el sonido de los escombros llegó a sus oídos.