❝ O1 ❞

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Soy un ser miserable
¡Oh!
Mis mentiras me tienen hasta el cuello
¡Ah!
Mis acciones son tan agobiantes
¡Oh!
El agua llega a ahogarme nuevamente

Cierto venezolano se despertó de golpe soltando un desgarrador grito, tenia su corazón acelerado a mil y su cuerpo estaba bañado en sudor.

━¿Por qué? - Murmuro apretando su pecho en busca de calmar su acelerado corazón.

Otra vez había tenido aquel sueño. Se soñaba a el mismo metido en una bañera sucia y rellena a más no poder del liquido cristalino que todos conocían. Aquel sueño seria algo normal si no fuera por el hecho de que a medida que pasaba el "tiempo" aquel liquido empezaba a coger volumen por todo el cuarto y a una rapidez alarmante.

Siempre era lo mismo, todas las malditas noches de su vida soñaba con esa puta bañera llena de agua y era casi ridículo que estuviera enojado por un sueño tan simplista como ese. Claro esa afirmación sería totalmente cierta si en mitad de su sueño no sintiera que su cuerpo realmente perdía el aire con el subir del liquido, así hasta que no podia más y se despertaba de golpe, con un horrible dolor en el pecho.

━¿Donde están? - Se preguntaba, estaba buscando con desesperación aquel frasco anaranjado que contenía sus pastillas para la ansiedad, realmente necesitaba uno. - Mierda, Mierda, ¡Mierda! - Exclamo con rabia, se suponía que debían estar ahí, ¡Las había dejando ahí! Joder.

━¿Vene? - Una voz calmada y algo adormilada proveniente de la puerta lo saco de pequeña rabieta y lo obligo a mirar con dirección a la puerta. - ¿Estas bien?

Un adormilado colombiano lo miraba fijamente de la puerta, su rostro estaba hecho una pequeña mueca que indicaba preocupación.

━Yo.... Hace un rato escuché un grito y yo....Solo quería saber cómo estás -Preguntó mirándolo fijamente para posteriormente intentar acercarse al mayor de forma algo torpe, después de todo el grito no lo había espabilado del todo. - ¿Te duele algo? ¿Estas enfermo? - Cuando estuvo lo suficientemente cerca posicionó con cuidado su mano derecha contra la frente del mayor, buscaba algún rastro de fiebre.

Imbecil, ¿como había olvidado que el cafetero había venido para ayudarlo con algunos problemas del trabajo? Sin duda era un total imbecil, ahora el colombiano estaría preocupado por él y eso sinceramente no le agradaba, normalmente él era quien siempre se preocupaba por él menor y no viceversa. Odiaba causar problemas (más de los que ya le estaba dando a muchas personas y naciones).

━No es nada - Rápidamente fue apartada con amabilidad por mayor. - Solo tuve una pesadilla, nada realmente grave - Intentó sonreírle, pero falló estrepitosamente mostrando una mueca rara en frente del cafetero.

- ¿Cuantos años crees que tengo? - Le pregunto con algo de molesta en voz para posteriormente fruncir su ceño y cruzar sus brazos. - Se nota a lenguas que estás mal.

━Yo, no es.... - Con rapidez fue interrumpido por Colombia.

━Cállate y ven aquí, Venezuela - Sentenció sentándose en la cama del susodicho para luego dar unas palmadas a su lado indicándole que se sentará ahí.

Como si se tratara de un conjuro místico, el veneco se sentó sin rechistar (cosa rara en el) al lado del colombiano.

- Eres un imbecil - Soltó abrazándolo de forma sorpresiva. - No te hagas el fuerte, sabes bien que vine con la única intención de ayudarte con tus problemas y sin importar cual sea, eso haré - Le murmuró con suavidad.

El chocolatero apenas si pudo responder a ese gesto con algo de torpeza. Aquellos brazos, tan delicados y cálidos lo estaban rodeando. Lo hacia sentirse extraño, sentía un cosquilleo en la boca del estomago que podía asemejarse a una estampida de animales.

━Así que deja que te ayude ahora - El mayor estaba algo sorprendido, todo había pasado rápidamente, tanto que no supo el momento en que el término en las piernas colombiano mientras le acariciando su cabeza con tranquilidad. - Al igual que tú, yo también estoy para ayudarte.

Tan dulce
Tan tranquilo
Como un pequeño río que corre con suavidad arrullándolo hasta calmarlo

No sabía cómo describir este sentimiento, era cálido, tranquilizante y a su vez se sentía como una fuerte descarga de adrenalina. Se sentía ligero, como si sus problemas y preocupaciones se hubieran mudado a otro planeta para nunca volver. No sabía porqué el mínimo tacto del colombiano le transmitía ese sentimiento, pero sinceramente en ese momento no le interesaba, en ese momento solo quería estar ahí, al lado del cafetero Y olvidar todo lo que le estaba haciendo daño.

━Me quedare a tu lado - Esas fueron las últimas palabras que escucharía por parte del cafetero esa noche.

Cuando menos lo pensó, el chocolatero se había dejado llevar por las dulces caricias de morfeo cayendo directamente en sus brazos.

...

Como el más dulce chocolate
Como el viento fresco en verano
Como las estrellas que adornan el extenso universo
Como todo lo bueno
Así se siente el tacto de tu mano contra la mía

...

Un pequeño colombiano se encontraba sentado al lado de un venezolano de casi su misma edad. Ambos estaban sentados con sus pies sumergidos en las tranquilas aguas de un pequeño riachuelo, sus manos estaban entrelazadas la una con la otra. Los dos no necesitaban palabras en ese momento, simplemente necesitaban estar el uno junto al otro.

❝ Awake ❞ ━━ ❪ ᴠᴇɴᴇᴄᴏʟᴏ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora