Profecía ||C.V. Y TU||TERMINADA

Capítulo 24

|Narra _______|

Sentí mi cabeza doler, mi cerebro no lograba procesar todo lo que esta mujer acababa de decir, ¿Yo? ¿Una bruja?

Esto era una broma, una broma muy pesada

Y después ¿Mi padre? ¿Mi padre quería matarme? ¿Era un vampiro y hombre lobo? Esto se ponía demasiado extraño

—Saben, yo no estoy para estas historias, vámonos Christopher, está señora nos está mintiendo —Dije tomando de la mano a Chris, pero éste no se movía

—Si no me crees, ¿Por qué no le dices a Christopher que te cuente la versión de su historia? —Dijo la mujer, antes de salir de la sala y dirigiéndose a otra habitación

—¿Que otra versión de la historia, Christopher? —Dije confundida mirándolo, el cerro sus ojos con fuerza y suspiro sonoramente

—Vayamos a caminar, cariño —Dijo tomando mi mano y saliendo de la casa, caminamos en esa ciudad como por 10 minutos, hasta llegar a un parque solitario

—¿Que es lo que debes decirme? —Dije mientras nos sentamos en una banca

—Se qué tal vez cuando me escuches me odies un poco —Dijo el un poco triste —Pero no quiero que me odies, tampoco quiero que te alejes de mi, yo te quiero —Dijo el, mi corazón latía con rapidez y di un leve apretón en su mano, dándole confianza

—Dime amor, yo no voy a  odiarte —Dije, el me sonrió un poco triste y nuevamente suspiro

—¿Recuerdas que te conté que yo había tenido problemas al inicio de mi transformación? Problemas con la sangre —Dijo él un poco nervioso y yo asentí —Bueno, cuando yo mataba a alguien, sentía mucha culpa, sabía que lo que hacía no estaba bien.
Hubo una noche, en donde había matado a un hombre, un violador de mujeres, al principio no me sentí tan mal, hasta que me enteré de quién era, o más bien, quien era su familia —Dijo el, su voz se iba apagando cada vez más —Tenia dos hijas, dos pequeñas inocentes, que lloraban cada noche por la muerte de su padre, las dejé huérfanas, no tenían mamá y yo había matado a su padre, la culpabilidad se instaló cada noche en mi corazón, sentí que yo mismo necesitaba la muerte, que no debía seguir vivo, no me merecía nada.
Una noche, mientras caminaba en el bosque, la culpa se hizo presente en mi, sabía que si buscaba a un lobo y lo atacaba, este querría matarme, no metería las manos y me dejaría morir —Dijo él mientras hablaba con nostalgia —Esa noche estaba decidido, iría a buscar a un lobo para que me matará, llegué a esa reserva y me enfrenté al lobo, cuando estaba apunto de morir, alguien había atacado al lobo, matandolo y yo me desmaye antes de ver la cara de mi salvador.
Cuando desperté 3 días después, me encontré con el rostro de ese hombre, el me había curado, ese hombre se llama Klan Beckham, ese hombre es tu padre —Dijo Christopher mientras ponía sus manos sobre su rostro —Tu padre me había salvado la vida, yo estaba en total deuda con él, Klan me utilizaba como su mandadero, según él yo era muy útil, así que me mandaba a hacer cualquier tipo de trabajos, yo los cumplía como pago a su acción conmigo. Un día, el me encargo un trabajo, me dió un informe, en donde la primera página había una chica hermosa, un chica demasiado linda, me dijo que me encargará de matarla, es hermosa chica eras tú —Dijo el mientras me miraba con una leve sonrisa, su rostro estaba húmedo por qué había dejado salir unas cuantas lágrimas —Lo primero que había hacer era estudiarte, te vigilen casi un año, te ví caminar, comer, dormir, estudiar, sonreírle a tus amigos, todo —Dijo él mientras tomaba mi mano —Te conocí sin hablarte, te cuide de lo que te pudo pasar, yo me enamoré de la chica a la que debía matar. Obviamente no te mataría, yo te quería a salvó, así que me propuse a cuidarte de todo mundo y de todo el que tratará de herirte, le mentí durante meses a Klan, sobre de qué tú eras muy poderosa y no te podría matar, aunque tú en realidad ni siquiera sabías de nuestra existencia. Pero mientras más tiempo pasaba, el sospechaba sobre mi mentira, así que mandó a mucho a buscarte, ofrecía una gran cantidad de dinero por tu cabeza, para mí se volvía más difícil el protegerte, así que... —Dijo y después a se quedó callado, se mordía el labio con nerviosismo

—¿Tú qué? —Dije mientras lo invitaba a continuar

—Prometeme que no te molestas —Dijo él mientras me miraba suplicante

—Ya te dije que no amor, dime —Dije mientras escuchaba atentamente, ¿Que tan malo podría ser?

—Yo...