Prólogo.

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Laila Stoon...

—En la vida, hay muchas veces que lo que quieres y deseas, no siempre es lo que te conviene. Hay cosas que debemos aprender por si solos. A veces hay que caer, para aprender a levantarse. Algunas veces, tenemos que aceptar la realidad, aunque esta; sea tristemente dolorosa.

La vida nos sorprende en muchos ámbitos.

Está la “Felicidad y la tristeza” son dos estados muy diferentes que nos enseñan a crecer.  A entender mejor las cosas, y a madurar como persona.

A veces hay que pasar por la “Tristeza” para apreciar los buenos momentos que nos brinda la “Felicidad” todo depende de como aceptes las cosas.

El camino siempre será largo, y difícil. Se tiene que poner en el, lo mejor de ti.

Cada cosa que pases, y experimentes en el, será de ayuda en el mañana para enseñarte un gran valor, y para enseñarte a crecer; mental y físicamente.

Solo debes estar preparado para aprender de cada cosa que observes, practiques, y creas en la vida.

Siempre debes ser positivo. Cada cosa buena o mala, que pases, será de gran ayuda para que sigas adelante.

Todo resultará bien. Todo estará bien, aunque no lo veas, y lo creas así... Así será.

Narrador omnisciente.

La vida de Laila Stoon, se cruza con la  inocencia, e inteligencia de Crish Anderson. Un niño de mente sana, y corazón puro, que remueve recuerdos, vivencias, y alegrías de nuestra querida Laila.

A veces se nesesita “Volver a recordar, reconocer, y aprender, cosas nuevas de quien menos esperas”

La vida está cargada de sorpresas, y bellos recuerdos en la vida de ambos.

¿Te atreves a descubrirlos?
¿A saber su historia?

Mi gran amigo... TOBÍAS [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora