CAPITULO 23

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LA BODA Parte 2

Esperábamos en la entrada de la casa a papa, el cual dijo que llegaría pronto, corrí en mis tacones a quitarle mi teléfono de las manos a la asistente, quien no quería que rompiera ninguna tradición matrimonial, menos mal la hice entrar en razón que hablar por teléfono no sería malo, antes de que Blake terminara de hacer la tercera llamada.

-Alò, ¿nena?

-Hola mi amor, ¿estas impaciente, cierto?

-Claro nena, creó que me volveré loco si no salen en este momento de la casa y llegas a la catedral. ¿Puedes hacerlo?

-No mi amor, debemos esperar, aunque no creas que no me muero por ser tu esposa, ¡pero ojo Blake!, tu esposa, no te confíes a que seré tú esclava.

-No, nena. Creó que el esclavo en esta relación soy yo.

-Bueno, mi amor. Llego mi papá ya dentro de poco salgo, ¡Chao!

-Nena, espera....

-¿Dime Blake?

-¡Eu te amo!

-Yo también te amo nene.

Colgué la llamada y me acerque a mi mamá, quien se comía las uñas porque papá no aparecía. Decepcionada le deje claro a mi mamá y a los demás que necesitaba la boda empezará ahora, sea con mi padre en mi brazo o sin él.

Sería la señora Ferreira y ese apellido en mí generaba, respeto, además era mi boda, no permitiría que la negligencia de mi padre dañara mi felicidad, no más.

Llame a Terry, que sería quien llevaría los anillos, estaba muy guapo mi niño con su trajecito la medida, el en cierta forma era un ángel para mí, por el conocí al hombre de mi vida. Esdrà estaba también con un esmoquin el cual le quedaba perfecto, le bese la mejilla, abrace y agradecí a todos los asistentes que se encontraban allí para mí, ya que junto a ellos mi felicidad era posible. Y todo empezó, llegamos a la catedral.

Mientras escuchaba la música de la ceremonia, decidí toma aire y expulsarla con calma, salí del auto, tome la cola de mi vestido evitando que se enredara, cuando mis tacones sintieron lo firme del mármol, decidí soltarla y caminar con seguridad, mamá desde mi lado y junto a Karo me miraban con orgullo, ellas sabían que me moría por dentro al no tener a papá en mi día a mi lado.

Bese la mano de mamá, ella me otorgo la bendición, y Karo coloco el velo azul que estaba destinado para taparme el rostro. Tome mis orquídeas las cuales eran mi ramo.

Tome aire y decidí entrar escoltada por mis madrinas (mamá y Karo) detrás de mí, seguí al tono de la canción de entrada a la ceremonia, cada paso que daba mi alma se ceñía de sentimientos confusos. Estaba feliz aunque llena de rabia y tristeza por lo hecho por mi padre. Mientras caminaba vi el rostro de todos los asistentes, lleno de sorpresa, pero gire y hubo una mirada de felicidad con una sonrisa única que me esperaba en el altar en el rostro de Blake, que me dio la fortaleza suficiente para seguir, alce mi rostro y la lagrima que pensaba salir y dañar mi maquillaje de 1 millón de pesos, se detuvo. Sería la señora Ferreira y eso debería pesar mucho más.

Llegue al altar con las piernas temblándome, Blake me tomo de las manos y me ayudo a subir los escalones que nos llevarían a nuestras sillas, donde nos encontraríamos durante todo la ceremonia. Todo transcurrió en pena tranquilidad, llegando con ello el momento de los votos.

-Es hora de los votos matrimoniales, y su gran promesa para con Dios de estar juntos el uno con el otro siempre.

Blake tomo el velo que estaba en mi rostro y lo levanto, al hacerlo su mirada de amor me hizo sentir la más bella, de la ceremonia y lo termine de creer cuando el cura le dijo a Blake, que debería sentirse dichoso de la mujer que estaba frente a él. Beso mi frente y afirmo con su cabeza, luego comenzó a decir los votos.

Deséame ( Aún sin tener alas).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora