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[JENO Y JAEMIN]

Los dos chicos se fueron de la feria tomados de la mano. El castaño se sentía tan animado, alegre, y en lo único que podía pensar era en un "nosotros". Se la habían pasado de maravilla, nadie había causado problema alguno y, pudieron ser Jeno y Jaemin libremente en público.

Llegaron a la casa del menor y ya estaban con las pijamas puestas. Siempre que Jeno se quedaba a dormir con el castaño, lo único que hacían era charlar , a veces hacer la tarea, estar abrazados y dormir abrazados. El mayor siempre le daba besos, eso aún avergonzaba a Jaemin, sus mejillas se sonrojaban a no más dar.

Se metieron entre las sabanas y Jeno como de costumbre enrollaba sus brazos fuertes y suaves alrededor de la cintura de Jaemin, este escondía su rostro en el pecho o en el hombro del mayor, le encantaba el olor que emitía Jeno.

Jaemin en esos momentos siempre podía dormir por toda la noche, a veces hasta se levantaban cerca de medio día y se la pasaban abrazados por horas más. Pero, su mente estaba llena de pensamientos, no los negativos, si no que solamente pensaba en lo divertido que fue el día y en cómo Jeno lo fascinaba a cada instante... la escena de ellos riendo, de ellos tomados de la mano, abrazados, viendo los fuegos artificiales y el mayor dándole besos, eso le hacía sentir como si tuviera algo en su estómago y una sonrisa se posaba inmediatamente en su boca.

—Jeno...—

Susurró Jaemin, se sorprendió al escuchar que el mayor lo escuchó, pensaba que estaba dormido.

—¿Mmm?—

El castaño se removió del pecho del mayor y vio su rostro en la oscuridad, este tenía sus ojos cerrados pero seguía siendo tan atractivo.

—Me la pasé muy bien...—

—Yo también... pero ya duérmete.—

Cuando respondió el mayor, su voz sonaba un poco ronca. Jaemin soltó una risita y sonrió como un niño pequeño, aunque Jeno no lo estuviera viendo.

—Jeno~ —

Este suspiró y no pudo evitar reír bajo.

—¿Qué?—

—Te quiero mucho.—

—¿Me quieres?—

Preguntó el mayor fingiendo estar dolido. Jaemin solo quería que Jeno lo viera, le encantaba cuando hacía eso, pero seguía con los ojos cerrados. Sonrió y rodó los ojos.

—Me gustas mucho.—

—Ah... ¿solo te gusto?—

—Te diré lo que quieres escuchar si abres los ojos.—

Y así fue, Jeno abrió los ojos y miró a Jaemin expectante.

—Jeno... te amo mucho.—

—Yo mucho más... me encanta abrazarte... siempre me recuerdas por alguna razón a un durazno.—

—Ahora parezco un oso de peluche.—

Murmuró el castaño.

—Aún mejor, un oso de peluche con color y olor a durazno.—

Dijo Jeno con una romántica sonrisa en sus labios, acariciando los cabellos castaños de Jaemin, después, le dio un beso en la frente. Después de un silencio que los dos chicos mantuvieron, Jaemin dijo:

—Ahora que me acuerdo... cuando los chicos del salón hacia sus comentarios sobre mi... noto que nunca te reías o les seguías la corriente.—

—¿Por qué debería seguirle la corriente a esos idiotas? Desde el primer momento que te vi... supe que eras especial... quien diría que desde siempre pensé en ti, me preocupabas aunque no te conociera, quería protegerte aunque no fuéramos amigos, te quería hacer reír aunque no fuéramos nada.—

Las mejillas de Jaemin se tiñeron de rojo y rápidamente le dio un beso a los labios del mayor, antes de separarse, Jeno tomó su rostro y le dio muchos más. Sin pensar, Jeno continuó besándolo... no se dio cuenta pero empezó a acariciar el abdomen del menor. Sabía qué tal vez estaba mal, pero no quería parar. Pero Jaemin parecía no querer detenerlo.

Cuando separaron sus labios, el castaño, aún en la oscuridad, pudo notar que los ojos de Jeno estaban más oscuros. El mayor se volteó a otro lado y dijo:

—Si no quieres dímelo ya... —

Jaemin no dijo nada, sólo se removió la camiseta que usaba de pijama y se acercó al rostro de Jeno. El mayor lo tomó de la cintura y en vez de besar sus labios, fue besando su cuello. Jaemin estaba nervioso , pero por lo menos estaban en la oscuridad, casi no se podía ver nada de lo horrible que era.

Las caricias y besos de Jeno fueron dándole escalofríos y sensaciones raras, en uno de esos besos, Jeno chupó su cuello y el castaño soltó un gemido... nunca había hecho eso.

Las prendas se fueron removiendo poco a poco, hasta quedar totalmente expuesto. Aunque estuviera oscuro Jaemin podía ver la silueta de Jeno sobre el, era fuerte pero delicado a la vez, era guapo, estaba en forma... pero el castaño era solo una bola de grasa, sus muslos de aseguro eran muy gordos y... ni hablar de su panza... ¿por qué sus pensamientos negativos arruinaban todo? Pero, a decir verdad... esos pensamientos no estaban mal. Sintió un nudo en su garganta y sus ojos se pusieron llorosos. Jeno al ver el brillo de las lágrimas, se las limpió.

—¿Qué sucede? Si quieres nos detenemos.—

Jaemin sollozó y dijo con la voz un poco temblorosa:

—N-No es eso... otra vez... los pensamientos... deberías irte, soy feo y gordo... no mereces gastar tu tiempo conmigo... no deberías gastar tu primera vez conmigo.—

Jeno acarició los cabellos de Jaemin y le besó la mejilla húmeda.

—Hice una decisión, estoy aquí porque te amo y no pienso dejarte para que tú sólo te enfrentes a tus demonios que no puedes controlar... te quiero ayudar y brindarte amor, estoy decidido a amarte...—

—Estas gastando tu tiempo con un desamado.—

—Entonces si eres un desamado... ¿por qué te amo? Si alguien ama a un tal "desamado", entonces se vuelve en alguien amado, ¿no crees?—

Sonrió Jeno. El castaño se sentó y abrazó al mayor, este le acariciaba la espalda y dejaba que Jaemin se desahogara en su hombro. Después de un rato, le colocó su camiseta, el menor parecía confundido.

—Mejor hay que dormir, creo que podremos hacerlo en otro momento.—


Nota de autor:

•Algún error me comentan. Me da flojera revisarlo... mañana lo haré.

Viva el NoMin !!

•Y... MUCHAS GRACIAS POR LOS 7K VOTOS ❤️❤️❤️❤️

𝐿𝑜𝓋𝒾𝓃𝑔 𝒶𝓃 𝒰𝓃𝓁𝑜𝓋𝑒𝒹 | 𝙽𝙾𝙼𝙸𝙽 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora