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Me encuentro en un parque no muy lejos de mi pueblo, tenia muchas ganas de salir fuera de casa unos dias y disfrutar de la naturaleza.

Últimamente he estado muy estresada con exámenes, trabajos del instituto y mi trabajo como dibujante en una pequeña empresa que monté hace unos años.

Estaba sentada en un banco preparando mi cámara de fotos, soy una persona que piensa que mucha de la gente a olvidado lo qie es la naturaleza y lo mejor es sacar fotos de lo que la gente no aprecia. Nadie ve mas lejos de sus teléfonos y deja pasar lo bonito del exterior, y eso va también para mi persona.

Casi nunca salgo de casa con tanto trabajo y siempre he sido una chica que no sale de su habitación, siempre escuchando música mientras dibujo.

Mientras pongo las pilas y ajusto unas cosas de mi Canon me levanto de aquel banco con cámara en mano. Andaba mientras ajustaba la cámara, no miraba por donde iba.

De repente, me choco con una persona y me caigo al suelo, por suerte la cámara esta intacta, yo no. Me hice unas heridas en las manos y me dolían.

- ¿Estas bien?. - Me dijo asustado aquella persona. Por su voz era un joven, pero almenos se preocupó por mi y no como otros que simplemente te hechan la típica bronca de no mirar por donde va.

- Si... Solo... - Decía mientras apagaba la cámara aun tirada en el suelo y la guardaba en la mochila. Mis manos sangraban un poco y no podia mover un poco la mano derecha.

Aquel chico que puso delante mía y me ayudó a levantarme. Al fin le ví. Era alto, moreno, con ojos marrones y con una camisa negra y roja.

- Ven sientate aquí. - Me dijo sonriendo pero por su expresión se le veía preocupado. Fue a una fuente a rellenar su botella de agua y vino con ella llena. - Trae tus manos. - Agarró mis manos con cuidado y las echó agua.

Mis manos temblaban y me escocian mucho por el agua.

- Gracias.... - Dije casi tartamudeando, era muy guapo aquel chico y me parecía increíble que alguien se preocupase por mi.

- No hay de que, es lo que todo el mundo debería hacer por la gente, ¿No crees?.

- La verdad es que si... - Le miré de nuevo, me recordaba a alguien de mi infancia, mi infancia no fue muy buena pero el era de las pocas personas que cuando le miraba a los ojos veía un aura pura, no como la de los demás.

- ¿Puedo ayudarte en algo mas? Si quieres te acompaño a tu casa.

- No te preocupes, vivo algo lejos de aquí.

- Con mas razón para acompañarte. - seguidamente se levanta y me coje la mochila donde tenia la cámara. - Te acompañaré.

- Muchas gracias. - Decía con una sonrisa.

Me ayudó a levantarme y nos fuimos caminando del parque mientras hablabamos.


~Mucha gente creerá que es una extraña manera de conocer a una persona, pero no se conocieron, volvieron a hablar. Aquellos dos chicos eran compañeros y amigos desde que tenian 4 años y con aquel acto de bondad que tuvo el forjaron una amistad, bueno, una gran relación que duraría toda la vida.~










Dedicado para una gran persona. Gracias.

Dark ThoughtsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora