The one who stares me at night [XiaoDery]

Sweet Nightmares, baby Ten

Chittaphon
10:40 p.m

Chittaphon siempre había sido un chico de sonrisa fácil y brillante, de eras que parecieran iluminar toda una habitación en cuanto hacían acto de presencia, pero ahora, le estaba costando un poco de trabajo mantenerla en su rostro, los finales realmente le tenían muerto, y ya que no procedía de una familia realmente adinerada como el resto de sus amistades, había tenido que trabajar desde pequeño para ayudar a sus padres y sacar adelante a su pequeña hermanita, por lo que su mente estaba totalmente perdida y su cuerpo estaba colapsando del cansancio que se arremolineaba contra el, realmente necesitaba descansar.

"Solo un poco más, aguanta un poco más" se decía a si mismo fervientemente, faltaban solo unas cuántas cuadras más por recorrer hasta llegar a su hogar, pensaba en su cama, y en lo delicioso que iba a ser darse una ducha y dormir profundamente hasta que todo el cansancio desapareciera, o al menos hasta que su despertador sonará haciéndolo volver a su realidad.

Las calles desiertas de su vecindario evidenciaban lo relativamente tarde que ya era, todo mundo decía estar ya preparándose para descansar, ya casi darían las once de la noche y el apenas llegaría a su casa

Los hojas de los árboles del paraje contiguo sonaron ruidosamente quebrando el silencio del lugar sobresaltandolo un poco, pero no le tomó importancia, sacó las llaves de su bolsillo y las hizo girar en la cerradura,

"Hogar, dulce hogar", pensó mientras se sacaba los zapatos apresuradamente, sus pies estaban matándolo, no era muy agradable estar parado durante toda la tarde con esas cosas infernales, aunque el problema no radicara en su inocente calzado

— Mamá, estoy en casa— se anunció, aunque sabía que su madre ya lo había escuchado llegar,

—Estoy en la cocina, mi cielo— dijo la dulce voz  de su madre desde dicho lugar,

Se apresuró descalzo hasta ella dándole un abrazo y un beso como de costumbre,

—¿Tienes hambre, cielo?, Te guarde un poco de comida— señalando un pequeño tazón tapado sobre la estufa, y no podía negarse, su estómago gruñó provocando la risa de la pequeña mujer,
—Creo que ya tuve mi respuesta, tesoro, come, iré a darme una ducha, no te preocupes por lavarlo— apuntó el tazón entre sus manos— lo lavo cuando baje, ¿De acuerdo? — le sonrió dulcemente y le lanzó un beso mientras se perdía por el pasillo,

Su madre era la mujer más dulce, amorosa, cálida, y bondadosa que jamás había conocido, se sentía realmente bendecido de tenerla a su lado.

Se perdió tanto en sus pensamientos mientras comía lentamente, que no se dió cuenta cuando se terminó toda la comida por lo que soltó una carcajada, que distraído estaba hoy.
Subió a su habitación y comenzó a buscar su pijama, no tenía muchas ganas de buscar realmente por lo que sacó lo primero que encontró, siendo un short que ya empezaba a quedarle un poco chico y una camiseta sin mangas, las arrojó a la cama sin mucha energía y se dirigió al baño, el agua refrescó su mente y su cuerpo y se sintió aliviado, realmente aliviado, se secó un poco el cuerpo pasando la toalla rápidamente y poniéndose la ropa interior para salir a la recamara, estaba apenas iluminada por la luz de las farolas de la calle, pero por alguna razón le daba escalofríos la oscuridad que reinaba en ella, su casa se había quedado en silencio, su madre probablemente ya se había ido a dormir mientras el se duchaba y fuera no había ruido, ni siquiera los perros que no lo dejaban dormir con sus ladridos insistentes, era extraño, pero una vez más me restó importancia y se metió en la cama, atrajo consigo su laptop y se dispuso a terminar su proyecto final, solo tenía que darle los últimos toques y quedaría al fin listo; el tiempo se le fue sin que se diera cuenta, estaba tan concentrado en terminar que no había reparado en que hora era, hasta que sus ojos se empezaban a cerrar solos, guardó su trabajo y dejando el aparato en la mesita de noche, se acomodó en su cama para ir cayendo en el mundo de los sueños rápidamente